lunes, 24 de diciembre de 2007

Tiempo de Luz, tiempo de... Sentir a Dios


El simbolismo de la luz alimenta las tradiciones más remotas de las culturas más antiguas.
En la Biblia, el cuarto evangelio llama a Jesús "la luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Juan, 1,9) y lo hace decir, antes de curar a un ciego de nacimiento, "yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina a oscuras" (Juan, 9,5): Dios se manifiesta como Luz.
"Vosotros sois la luz del mundo". (Mateo 5, 14): ¡nosotros también somos luz! "brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5, 16).
En el Antiguo Testamento, leemos en Proverbios 20:27: “Candela de Dios es el alma humana” y en el Salmo 119:105:
“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”
Nuestras tradiciones, judía y cristiana, coinciden en celebrar la luz en el mes de diciembre: El pueblo judío celebra Jánuca, la Fiesta de las Luminarias, y el pueblo cristiano el nacimiento de Jesús, la Luz del mundo.
La janukiá, candelabro especial, encendido para disfrutar, admirar e iluminar el “templo interior” es encendido durante ocho días seguidos, predisponiendo al alma a alejarse de las tinieblas, oscuridades y angustias.
Navidad celebra la vida nueva naciendo en cada uno de nosotros, re-naciendo, como Jesús que renace cada vez que le celebramos, que le alabamos, que le llamamos, que le dejamos entrar…
Estos son buenos tiempos para dejar de lado la mente calculadora y abrir el corazón a las sensaciones profundas, a los sueños, a sentir al otro en la alegría del compartir, a percibir la Luz de Dios en las honduras de nuestro ser.
El Divino Niño llega de manera silenciosa, humilde, discreta… como aquellos que pasan por nuestra vida con un mensaje de contención, comprensión, amor…
Adriana

SENTIR A DIOS

En nuestra era tecnológica el hombre fue incapaz de concebir este mundo más que como un instrumento para su propia realización. Se ungió a si mismo soberano de su destino, capaz de plasmar estirpes, de adaptar una filosofía a sus necesidades transitorias y de crear una religión a su gusto. Postuló la existencia de un “poder” que le sirviera como garantía de su propia realización, como si Dios fuese un lacayo destinado a satisfacer las necesidades del hombre y ayudarlo a extraer el máximo de la vida. (El hombre no está solo. Abraham J. Heschel. Ediciones Seminario Rabinico Latinoamericano. Pág.77)

Desde el comienzo el ser humano se ocultó de Dios “Mas escucharon la voz de Adonai Elohim que se expandía por el huerto, cuando declinaba el día y se escondió el hombre y su mujer, de ante la presencia de Adonai Elohim, entre los árboles del huerto” (Génesis 3:8). No obstante ello Dios busca al hombre “Llamó Adonai Elohim al hombre y le dijo ¿Dónde estas? (AIEKA)” (Gn. 3:9)
Desde los comienzos, el ser humano hace caso omiso al llamado de Dios cuando diariamente pregunta ¿dónde estás? ¿en que andas? ¿porqué no caminamos juntos? ¿porqué caminas solo? ¿porqué corres? ¿adónde vas? ¿qué quieres conseguir?
Todo lo que Él nos dice sólo se “escucha” con los oídos del alma, es decir se siente, se percibe, no se piensa… no es posible constatarlo desde lo físico.
Dios se hace Presente continuamente con Su precioso y preciado regalo que es la vida, sin embargo pareciese que los objetos materiales que se pueden tocar, comprar, ver, y que a su vez dirigen la existencia de los humanos son más valiosos e importantes que el Presente.
El ser humano sigue adelante en su carrera por llegar a algún lado que nadie sabe ni conoce; mientras tanto, ocupado, corre sufriendo, haciendo solo, creyendo que todo lo puede, dando consejos a los demás, ocupándose de lo que otros debieran hacer para que les vaya bien, sin tiempo para hacerse cargo de si mismo… y no percibe a Dios que dice constantemente… "Y he aquí que Yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que tú anduvieres y te haré retornar a esta tierra, pues no habré de abandonarte hasta que haya hecho lo que he hablado a tu respecto.” (Génesis 28:15)
Si el ser humano se detuviese en su desenfrenada carrera y pudiese decir (como Jacob) “...En verdad Adonai está presente en este lugar mas yo no lo sabía.” (Génesis 28:16) seguramente oiría Su palabra y estaría en condiciones de compartir su tarea con alegría, placer y agradecimiento, es decir en plenitud, sin sufrimiento, dado que hacer juntos con quien nos ama genera paz interior.
Es importante que tomemos conciencia, nos demos cuenta, que el Creador, con su infinita misericordia, está en todo y que, tal como lo hizo y consta en la Biblia, nos dará todo lo que necesitamos, es decir “Dios proveerá” como lo expresara con otras palabras el patriarca Abraham en Génesis 24:7 “Adonai, Dios de los cielos, que me tomó desde la casa de mi padre y desde la tierra de mi nacimiento y que me habló a mi y que me juró a mi, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, Él enviará Su emisario delante de ti y tomarás una esposa para mi hijo, de allí.”
Sentir a Dios en nuestras profundidades, hacer con Él, depara plenitud interior, paz: el Shalom, que tanto deseamos para nosotros y para los otros.

Rabino Arieh

martes, 6 de noviembre de 2007

Desde los pobres a todos

Presentación del libro "Desde los pobres a todos" de Monseñor Miguel Esteban Hesayne en la Parroquia Santa Cruz.
En la foto, el Padre - Obispo junto al presentador, Sr. Luis Rey, de la comunidad parroquial


Desde los pobres a todos es el título del último libro escrito por Monseñor Miguel Esteban Hesayne, obispo emérito de Viedma, Provincia de Río Negro, República Argentina

El viernes 26 de octubre de 2007, Monseñor Hesayne presentó este “pequeño – gran” libro en la Parroquia Santa Cruz de Buenos Aires.

Muchos seres humanos, movidos por la calidez y humildad de este “padre obispo”, disfrutamos de su palabra y su sonrisa constante, fruto de su peregrinaje por los caminos del Señor y su amor puesto en la tarea pastoral.

“Desde los pobres a todos no excluye a nadie –dijo el padre obispo-. Encuentro a Jesucristo en el más pequeño, en el compartir con el otro. Es la dirección a tomar si quiero hacer iglesia… que está donde dos o tres se reúnen en SU Nombre, lo demás es estructura…” “Anunciar a Jesús a través de comunidades eclesiales de base, como enseña San Lucas en Hechos 2:42: ´Eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones´…”.“Pido a Dios anime al Pueblo a evangelizar desde los pobres a todos, y que el Espíritu del Resucitado haga comprender que no es una simple estrategia pastoral; sino el único camino de real esperanza para lograr un mundo más humano, habitable, justo y fraterno. Porque es la dirección existencial tomada por Jesucristo en su peregrinaje histórico”.

El Padre Carlos Saracini (guitarra en mano) entonó, junto a miembros de la comunidad parroquial, una emotiva canción de la que convido solo algunas estrofas:

Cómo contarle a mi gente
que sos el Dios de la VIDA
que no estás con nosotros
jugando a la escondida.
¿Cómo contarle a mi gente?
que respetás firmemente
la libertad que nos diste
y así VIVIR PLENAMENTE.

… ¡Parece mentira, Padre
como te hemos usado!
Para sembrar tanto odio
si en tu Nombre hemos matado.
¡Parece mentira, Padre
como te hemos usado!
Para echarte la culpa
y nunca hacernos cargo.

Si sos como El Viento
soplando en todos lados,
alentando este Sueño
de un mundo más humano.

…¿Cómo contarle a mi gente?
Que no nos vas probando
porque confias en nosotros
Están TUS HUELLAS en mi BARRO.
¿Cómo contarle a mi gente?
Que siempre te estás “filtrando”
que estás en cada mirada,
en cada gesto, en cada abrazo.

…Porqué nos cuesta tanto, Padre
aceptar con humildad
esta humanidad que somos
tierra que anda, en libertad…

Gracias Padre Obispo.

Gracias Padre Carlos.

Gracias Comunidad de Santa Cruz por abrir las puertas y compartir con amor y respeto.

Adriana

Para seguir regocijándonos...

La hermana Ana María Gallart, religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, acaba de enviarnos un poema recién revelado por su corazón devoto que compartimos para que todos podamos disfrutarlo

SOY FLAUTA DE CAÑA

Soy flauta de caña,
no soy el que sopla,
no soy la que hace música.


Dejo pasar Su aire
y vibro con El,
porque no soy yo,
la que hago música.


El que sabe lo que quiere,
el que sabe la música,
es ÉL.


Yo no soy más
que flautita de caña,
flautita dulce,
que vibra,
que deja pasar...

lunes, 8 de octubre de 2007

El corazón en las Escrituras

El Corazón en la Biblia es el nombre que le hemos dado al seminario dictado en Editorial San Pablo, Buenos Aires, Argentina, en el mes de agosto de 2007.
Durante cinco jornadas, nos llenamos de gozo y nos enriquecimos con el amor y la sabiduría que supieron convidarnos los asistentes.
Entre tantos lindos seres humanos, la Señora Eva de Ortega y la Hermana Ana María Gallart, además de agraciarnos con su presencia, nos regalaron el fruto de su sentir en las clases en poemas que hoy compartimos.

Foto de la laguna de Chascomús
Pcia. de Buenos Aires - Argentina

EL CORAZÓN EN LA BIBLIA

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
equipaje liviano y manos llenas
de tu amor para darlo a mis hermanos.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
sorprendida cada día por Tus dones
totalmente entregada a Tu servicio.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
cultivando la herencia recibida
mientras llego a la tierra prometida.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
con los ojos luminosos y una risa
que recuerde tu Divina Providencia.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
con la ingenua confianza de quien sabe
que Tu rostro materno la refleja.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
cosechando como Ruth, la moabita,
la que dijo que “tu Dios será mi Dios”.

Así quiero caminar, Padre del Cielo:
sembrando entre las piedras la alegría
compartida con el pueblo de Israel.

Eva L. de Ortega
Escritora. Directora del periódico “EL LUCERO”
de Chascomús, Provincia de Buenos Aires

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AMOR SIN LÍMITES

Mi Dios padre y madre,
¡cómo me malcrías!
Antes de que te haga la pregunta,
ya me regalas la respuesta…
Antes que me de cuenta que sembraste,
ya la plantita está creciendo.

Mi Dios, padre y madre,
creador del Universo,
creador de mi alma chiquita
¡cómo me malcrías, Señor!
¡Cómo me amas!

¿Cómo puedo transparentarte,
luz de los mundos,
candelita de mi alma?

Mi Dios padre y madre,
gracias por ser como eres
y por todo lo que derramas.

Déjame darte gracias,
en el silencio, sin palabras.

Hermana Ana María Gallart
Religiosa del Sagrado Corazón de Jesús

lunes, 10 de septiembre de 2007

La Paz








La Paz

El Señor dará fuerza a su pueblo, dará a su pueblo bendiciones de Paz dice el Salmo 29:11

El Profeta Isaías en sus textos nos muestra pasajes de esperanza y reparación, de entendimiento y de paz, y hoy queremos compartirlos con todos ustedes.
Leemos en Isaías 2:4: Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y hoces con sus lanzas. No alzará la espada una nación contra otra, ni se adiestrarán más para la guerra. Dios hace justicia y, si el hombre sigue sus designios, los conflictos concluyen y la paz es real.
Cuando los seres humanos seamos capaces de sentir en nuestro corazón la agitación de Su Sagrado Soplo de Vida, no habrá conflicto posible.
Continuando con el Profeta leemos: El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá (Is 11:6). El lobo y el cordero son los instintos del hombre, la tendencia a lo bueno y la disposición a lo que no lo es.
Un relato dice que el maestro siente que pelean dentro suyo el lobo y el cordero, su discípulo pregunta: -quién ganará? A lo que el maestro responde: -aquel que yo alimente...
El profeta utilizando bellas alegorías revela en su sueño el deseo de una realidad transformada, donde violencia, miedo, disputas, agresión... hayan desaparecido.
No habla de poder ni de conquistas; sino de aceptación, misericordia y recepción de la voluntad de Dios, proponiendo un Guía para su pueblo, para que pueda alcanzar, justamente, el ideal de justicia, sabiduría, ciencia, paz y libertad en un mundo armónico, donde el niño (símbolo de inocencia, ternura, fe y amor) pueda caminar sin temor de ser agredido, utilizado, dañado o asesinado.
El profeta le habla al corazón del ser humano enseñando que Dios quiere la paz y por ello nos busca.
Leemos al final de la Mishná, Tratado Uktzin Cap. III Mishná 12:
“No encontró el Dios Todopoderoso una vasija contenedora de bendición para su pueblo, más que la paz, tal como está dicho: El Señor dará fuerza a su pueblo, dará a su pueblo bendiciones de Paz”
Siguiendo con Isaías leemos que No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña Santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar (Is 11:9) Isaías confía en Dios y condiciona la paz del mundo entero al llenado del conocimiento del Creador en todas partes... ya que solo con plena confianza en su Amor de Padre y de sabernos en ÉL una humanidad de hermanos, la paz será una esperanza transformada en realidad.

Rabino Arieh y Adriana

Discurso del Cardenal Bergoglio (08/09/07)

Diálogo interreligioso: un nuevo modelo desde donde pensar y vivir la propia fe, aceptando el camino del hermano.
El Cardenal Jorge M. Bergoglio participó de la Ceremonia de Selijot en la Sinagoga Bnei Tikvá del Barrio de Belgrano, en Buenos Aires, Argentina.
Compartimos el texto de su discurso.
Discurso de S.E.R. Cardenal Jorge Mario Bergoglio en la Sinagoga Bnei Tikvá

Selijot 08/09/2.007
1. “El Señor dijo a Abram: Deja tu tierra natal y la casa de tu padre y ve al país que yo te mostraré" '" y "Abram partió, como el Señor se lo había ordenado" (Gén. 12: 1 -3). Así comenzó el camino de la promesa ... y siguió durante siglos a través de pueblos, ciudades, naciones y desiertos. El camino de un hombre elegido que dejó que el Señor le escribiera la historia e hiciera de él una gran nación (cfr.' Gén. 12:2), un pueblo; el camino de un hombre y un pueblo que, sabiéndose elegidos, iban en pos de una promesa e hicieron alianza con su Dios. "Camina en mi presencia y sé irreprochable" (Gén. 17:1) fue el mandato. Caminar bajo la mirada del Señor, en su presencia, con la voluntad de cumplir su mandato.
2. Hoy, aquí en esta Sinagoga, tomamos nuevamente conciencia de ser pueblo en camino y nos ponemos en presencia de Dios. Es un alto en el andar para mirarlo a Él y dejamos mirar por Él; para examinar nuestro corazón en Su presencia y preguntar si caminamos siendo irreprochables. También yo lo hago, como caminante, junto a Ustedes mis hermanos mayores. La interpelación que nos hacemos es doble: ¿Camino en presencia de Dios? ¿Qué tengo que reprocharme? Son muchas las maneras de no caminar o no querer caminar, o de hacerlo no en la presencia de Dios, es decir idolátricamente... aquel "andar rengueando de las dos piernas" (lRey. 18:26) que el profeta Elías echaba en cara a su pueblo. Y, en este rengueo, ¡Cuántas cosas nos hacen reprochables a los ojos del Señor! Nos detenemos un instante y nos examinamos. Esto entraña un juicio. Le pedimos al Señor que nos mire, que diga su palabra acerca de mi andar o mi estarme quedo, acerca de si .estoy habitualmente en .su presencia pretendo esconderme como Adán (cfr: Gén. 3:8), acerca de lo reprochable de mi vivir cotidiano ... Y nos dejamos mirar por Él.
3. Esa mirada hará su juicio y nos hará sentir en el corazón cómo hemos andado, qué tipo de renguera es la nuestra, cuáles son y cómo se llaman nuestros baales…. ésos que debemos destruir o, mejor dicho, pedirle a Él que los destruya porque solos no podemos. Siempre someterse a un juicio acarrea temor. El corazón comienza a preguntarse. ¿Cómo es el Señor? ¿me castigará mucho? Aquí podemos equivocamos y confundirlo con Un Dios cruel, un ídolo a la medida de nuestros sentimientos mezquinos o egoístas. Pero, así y todo, la pregunta es válida: ¿Cómo es Dios ante el que ahora me pongo en presencia abriendo mi corazón y la conciencia de mis propias miserias?
4. “El Señor es un Dios compasivo, lento para enojarse y pródigo en amor y fidelidad” (Ex. 34: 6), así se le manifiesta a Moisés que cae de rodillas y se postra. Se trata de la manifestación de su bondad, de su fidelidad. El Señor ante quien estamos hoy es fundamentalmente fiel. Tal fidelidad, que es firmeza, nos sostiene, nos da consistencia y -­un en medio de nuestros pecados- nos ofrece confianza porque el amor de Dios es un amor invariable que permanece firme siempre incluso cuando las personas se muestran indignas de tal amor. Esta fidelidad está unida a la Alianza es la garantía que tiene el pueblo de que Él cumplirá todo lo prometido: “El Señor se acuerda siempre de su alianza, de lo que pactó con Abraham, del juramento que hizo a Isaac” (Salm. 105:8-9; ICor. 16: 15-16). Sin embargo no se trata de una fidelidad externa puramente legal, del mero mantener la palabra empeñada .... No. La fidelidad del Señor es entrañable, es su modo de ser más hondo. Isaías nos lo señala bellamente: “Sión decía: “El Señor me abandonó, mi Señor se ha olvidado de mí” ¿Se olvida una madre de su criatura? ¿No se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré" (Is. 49: 14-15; cfr. Salmo 27:10) Su fidelidad es ternura.
5. Por ello, al ponemos hoy en la presencia de Dios, al sometemos a su juicio, lo hacemos confiados en ese Señor de honda ternura, que es fiel y se nos presenta como el que “te amé con un amor eterno y por eso te atraje con fidelidad" (Jerem. 31: 3) oo. Sí, el Señor nos atrae hacia sí con fidelidad, “con lazos de amor” (Oseas, 11: 4). Sólo nos pide que nos dejemos tomar en brazos por Él, que dejemos que Él nos enseñe a caminar (cfr. Oseas 11:3); nos pide que reconozcamos que Él es nuestro Dios, "es el verdadero Dios, el Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones, mantiene su alianza y su fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos (DL 7 :9).
6. “Camina en mi presencia y sé irreprochable" (Gen. 17: 1). Ése es el mandato. Hoy seguramente encontraremos cosas que reprocharnos y situaciones en las que no hemos caminado en su presencia. Se nos pide lealtad para reconocerlas, para aceptar que eso es así, pero fundamentalmente se nos pide que toda esa falencia, esa mezquindad, ese pecado no lo escondamos en la inmanencia oscura de la culpa sino lo pongamos ante la mirada del Dios fiel, de ese Señor que es perdonador y paciente. Y esto lo hagamos con coraje y confianza sabiendo que Su fidelidad conlleva una infinita ternura, conscientes de que es Él quien nos invita a acercamos para derramar esa fidelidad-ternura en abundante misericordia: "Aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la como la nieve: nos promete; aunque sean rojos como la púrpura, serán como la lana" (Is. 1: 18). Que así sea.

Buenos Aires, 8 de septiembre de 2007

lunes, 27 de agosto de 2007

Transmitir Luz... ser Luz

Gracias Señor,
por la vida que me regalas cada día.
Gracias Señor,
por tu Santo Espíritu
que alienta mi corazón en cada latido…
Gracias Señor,
porque puedo ver la maravilla de Tu Creación.
Gracias Señor,
porque puedo escuchar voces y sonidos…
Gracias Señor,
porque puedo caminar, acariciar,
tocar, trabajar, amar…
Gracias Señor,
porque puedo apreciar mental y sensorialmente
el asombroso milagro de cada día.
Gracias Señor,
por mi alma,
que se inclina ante Ti
y percibe tu misericordiosa Presencia
en todas partes.
Gracias Señor…


Transmitir Luz… ser Luz


La luz es un símbolo de la vida (cuando nace un bebé decimos que la mamá “dio a luz”), de la verdad (cuando alguien está confundido o en el error se suele decir que “camina a oscuras”) y del amor (la “llama del amor” llena el corazón).
La oscuridad o las tinieblas simbolizan, en cambio, la soledad, la muerte, el frío, el error.
En tiempos pasados, la luz venía del fuego, y Dios nos llama a ser fuego, a salir de la oscuridad y permanecer en la luz. Recibimos la luz, y necesitamos transmitirla al mundo. La luz es para dar. Él es la luz que nos ilumina a todos y nos pide ser luz para disipar la oscuridad.
En Proverbios 20:27 leemos: El espíritu en nosotros es la lámpara de Yahvé: escudriña los rincones de nuestro interior. O sea que el alma humana es candela del Señor.
En Shabbat se encienden velas, al principio y al final. Lo da por terminado, en una ceremonia llamada havdalá (distinguir) una vela hecha de varias mechas y su llama, grande y movediza, anticipa la agitación de la vida, al retornar a otra semana de trabajo, cuando la santidad del Shabbat se diluye.
El orden sobre el caos comienza con la orden divina: Hágase la Luz (Génesis 1:3).
Moisés experimenta por primera vez la Santa Presencia, como una zarza ardiente que no se consume (Éxodo 3:2). La compasión de Dios se manifiesta en el desierto, como un pilar de nubes durante el día y un pilar de fuego durante la noche, para guiar al pueblo en su ardua jornada (Éxodo 13:20-21). En el Monte Sinaí, la Santa Presencia se establece como un fuego en la cima de la montaña: Todo el Monte del Sinaí estaba humeando, porque el Señor había descendido sobre él en fuego (Éxodo 19:18).
El Salmo 36:10 habla de la luz divina: En Ti se halla la fuente de la vida, y es por Tu Luz que vemos la luz. El Salmo 119:105 dice: Para mis pasos Tu Palabra es una lámpara, una luz en mi sendero. El Midrash concibe a Dios prometiendo: Si Mi luz está en tus manos, tu luz estará en Mi mano (Shemot Raba 36:3).
Es una hermosa alegoría, como la reflejada en Proverbios 6:23 donde se revela que
la Torá es una lámpara, la enseñanza es una luz y las correcciones enseñan el camino de la vida.
En el misticismo judío se dice que cuando el hombre se ha transformado en un recipiente puro, capaz de contener la Luz Divina, puede aspirar a devekut (vínculo, adhesión a Dios). El “fuego que consume” representa el placer extático del espíritu, el estado de arrobamiento en que el alma siente que “desfallece de amor” (Cantar de los Cantares 2:5)
En la Nueva Alianza, Timoteo 6:16 nos dice que Dios habita en una luz inaccesible. Juan en su primera carta 1:5 que Dios es Luz, en El no hay tiniebla alguna, y en el Evangelio que la Palabra era la Luz verdadera que ilumina a todo hombre (Jn 1,9): pero el mundo no la recibió y prefirió la tiniebla. Jesús nos dice Yo soy la Luz del mundo: el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida (Jn 8,12)
Y leemos en Mateo 5: 14-16: vosotros sois la luz del mundo... brille así vuestra luz delante de los hombres. Tenemos que ser luz para los demás, repartir calor, precisamente porque nosotros hemos recibido todo esto. Ser hijos de la luz (Efesios 5:8) viviendo en amor porque quien ama a su hermano permanece en la luz (1 Jn 2,10).
La primera página de la Biblia (Gen 1:3) se abre con la luz creada por Dios, como comienzo de toda vida, la última (Apoc 21:23 s.ss) dice que la nueva Ciudad, la Jerusalén Celestial, no necesitará ya de la luz del sol ni de la luna, porque la ilumina la gloria de Dios y su lámpara es el Cordero... allí no habrá noche
.

Rabino Arieh y Adriana

viernes, 18 de mayo de 2007

Pentecostés - Shavuot




Pentecostés – Shavuot











Shavuot con Pésaj y Sucot, forman "Shalosh Regalim" (Las tres Fiestas de Peregrinación), donde los Hijos de Israel se dirigían al Templo de Jerusalén. Las tres guardan relación con las labores agrícolas. "Shavuot" es mencionada en el Pentateuco (Torá) como la Fiesta de las Primicias ("Jag Habikurim") o Fiesta de la Siega (Jag Hakatsir).
Se denomina también Pentecostés (50) por los cincuenta días que transcurren entre Pésaj y Shavuot.
El hombre expresa su agradecimiento al Creador, llevando al Templo los primeros frutos del suelo, como ofrenda. El rito de las primicias se originó a la llegada a la Tierra Prometida.
En virtud de lo recibido ofrendaban al Señor diciendo: “Y ahora yo traigo las primicias de los frutos de la tierra que tú, Yahvé, me has dado” (Deuteronomio 26:10)
Para la tradición es la fiesta de la "Torá": "Zman Matán Torateinu" (el tiempo en que se nos otorgó la "Torá"). La Voz Divina se grabó en la piedra y los 10 mandamientos fueron recibidos por Moisés (Moshé) y luego por el pueblo que respondió "Naasé Venishmá" (así lo haremos y obedeceremos).
Cada "Shavuot" se renueva la recepción de la Torá y el pueblo se vuelve a “con-vertir”. Se lee el Libro de Ruth, texto bíblico de los "Guerim" (de los que se están convirtiendo al judaísmo).
Pentecostés es una festividad que recuerda el descendimiento del Espíritu Santo, como lenguas de fuego, sobre los Apóstoles (Hechos 2:1-4) cincuenta días después de la Resurrección de Jesús, como ÉL lo había prometido. San Pablo, que era rabbí judío, llama “primicias” al Espíritu, como esos frutos nuevos y sin defecto que se llevaban en ofrenda al Templo. Jesús le llama Paráclito (Consolador, Defensor). En el Evangelio de Juan 15:26 dice: “Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre…” y en 16:7: “…Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy os lo enviaré…”
El Espíritu Santo nos sella con la gracia de sus dones cuando estamos dispuestos (como los Apóstoles) a recibirlo. Pablo en su Carta a los Efesios 1:13 y 4:30 y en la Segunda Epístola a los Corintios 1:22 dice: “Habéis sido sellados por el Espíritu Santo para el día de la redención”, y así el Espíritu “imprime” su marca en nosotros, su Divinidad en nuestra pequeñez. Solo tenemos que ser lacre blando para que un leve soplo imprima su gracia en nuestro ser.
Los Reyes usaban un sello para autenticar sus órdenes o solicitudes que era considerado sagrado. Así, cuando el Espíritu Santo nos “sella”, llevamos la marca del Rey Eterno.
En “El Cantar de los Cantares” 8:6 leemos: “Ponme como sello en tu corazón, como un sello en tu brazo. Que es fuerte el amor como la muerte…” y aquí el sello es el Amor del Amado que quiere marcar el corazón de la amada (su ser interior) y su brazo (su cuerpo) para que su entrega mutua sea visible. El Espíritu se manifiesta en nuestro brazo cuando actuamos conforme a los dones que de Él recibimos, y en nuestro corazón cuando nuestro sentimiento de amor y caridad se irradia con humilde generosidad.
En Éxodo 28: 9-12, Dios hizo grabar los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del Sumo Sacerdote, para abarcarlos a todos (incluirnos a todos) cuando el Kohen Gadol se presentaba frente al Santo de los Santos. Con él estamos todos, como pueblo de Dios, como personas amadas por el Señor. ÉL nos eligió para transcurrir el desierto y llegar a la tierra prometida, a todos, a cada uno de nosotros.
Juan en 6:27 dice que Jesús es Aquel a quien el Padre ha marcado con su sello… ese mismo sello nos marca a cada uno de nosotros cada vez que el Espíritu se revela en nuestro corazón.

Rab. Arieh y Adriana

sábado, 14 de abril de 2007

Los Mandamientos Paradójicos

Los Mandamientos Paradójicos
The Paradoxical Commandmentspor Kent M. Keith

En los años sesenta un joven estudiante de Harvard, Kent M. Keith, sostenía que por loco que parezca el mundo, el individuo puede actuar correctamente y así contribuir a mejorarlo.
Escribió un texto basado en diez mandamientos paradójicos que ha recorrido el mundo, sobre todo porque lo tenía colocado en una pared de su cuarto la Madre Teresa de Calcuta.
Hoy los compartimos con ustedes


Las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas:
ámalas de todos modos.

Si eres bondadoso, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas:
haz el bien de todos modos.

Si triunfas, te ganarás amigos falsos y enemigos verdaderos:
busca el éxito de todos modos.

El bien que hagas hoy será olvidado mañana:
obra bien de todos modos.
La sinceridad y la franqueza te harán vulnerable:
sé ingenuo y honesto de todos modos.

Las almas nobles con proyectos gigantes pueden ser atacadas por personas pequeñas de mentes estrechas:
piensa en grande de todos modos.

La gente que lucha a favor de los oprimidos, es perseguida por los poderosos: ayuda a los necesitados de todos modos. Lo que tardas años en construir, puede ser destruido en una noche:
constrúyelo de todos modos.

Quien realmente necesita ayuda, puede malinterpretarte y atacarte si intentas ayudarle:
ayúdale de todos modos.

Da al mundo lo mejor que tengas y te golpearán por ello:
da al mundo lo mejor que tengas… de todos modos.

Esperar en ÉL


La Hermanita Norma del Carmelo de Luján nos sigue convidando los poemas que su corazón le dicta


Esperar en Él


“Creyeron mi leño reseco,
aridez en tiempos de mediodía
¡grita el filo del hacha!

Esencia de mi ser, pequeña lumbre divina,
agua de manantial, que engendras Vida.

Cayó el golpe, descuajó...mi inquieto respirar,
ascuas de fuego, cerraron sus fauces
crujiendo mis jóvenes anhelos, de fresco leño .

Corazón vigilante, de largas noches de espera,
reconociste el rostro de tu Señor
ardiendo bajo cenizas .

Silencio y soledad
entrega del Amor maduro,
embriagado de nardos en flor.
¡¡Mañana de Resurrección!!

Hermana Norma


jueves, 22 de marzo de 2007

Dios es Amor y al mismo tiempo... Silencio




Tres textos para estos tiempos de Pesaj - Pascua







DIOS ES AMOR Y AL MISMO TIEMPO… SILENCIO
Hna. Nancy

Dios es amor… y a veces se manifiesta como silencio, ante el que sentimos soledad y a la vez invitación al encuentro.
El humano es, de algún modo, un peregrino de este silencio de Dios.
Esta peregrinación en el silencio se puede convertir en un camino de oración, de búsqueda del Eterno, de hambre y sed por saber de Él.
Y…podemos salir a Su encuentro con nuestra vida y con nuestro bagaje histórico.
Buscamos tiempos de desierto donde necesitamos la soledad del Sagrario (signo de la presencia de Jesús) y otros de fluido contacto con los hombres (de encuentro con los hermanos) que también son signos del Dios Amor, que se hizo Hombre para que los hombres lo pudiéramos abrazar.
Cuando nuestro corazón camina hacia el encuentro con Él, presiente que ya está en tierra de Dios.
El que peregrina está en camino y el camino tiene una doble vía: nos puede alejar o nos lleva al encuentro.
El camino es un constante y lento arder en luz que guarda las huellas del Dios Amor, cuya lámpara ilumina sin cegar, abraza sin apretar, acompaña sin demandar… maravillosa y misericordiosamente…


PESAJ
Rab. Arieh

El significado más conocido de Pesaj es paso.
En esta festividad celebramos con distintos rituales llenos de simbología, el paso de la esclavitud a la libertad.
Cada vez que utilizamos los términos relativos a esta fiesta, como por ejemplo: esclavitud, libertad, paso... nuestros pensamientos se orientan a aspectos tangibles, materiales, visibles... en lugar de incursionar en conceptos profundos, sutiles, espirituales.
Vivir en esclavitud no refiere solo a un lugar determinado ni a una situación concreta: puede simplemente tratarse de un profundo sentimiento de angustia, sin importar el espacio ni el tiempo; una enfermedad; una relación donde el amor está ausente y el miedo presente; el esfuerzo desmedido por logros materiales, posición social, económica... y también puede ser un lugar físico.
Paso no es solo moverse de un lugar a otro sino, por el contrario, es transformar pensamientos y modificar sentimientos, es observar lo negativo para superarlo y elegir lo positivo, es abandonar valores efímeros y aceptar la Voluntad del Eterno.
Libertad es buscar el encuentro con el prójimo y con Dios con alegría y satisfacción por todo lo que ÉL nos regala, es llenarse de pensamientos positivos y percibir, desde lo profundo del ser, que el Creador nos acompaña y ayuda en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida.

PASCUA
Adriana

La Pascua cristiana y Pesaj son fiestas de importancia similar: Paso de muerte a Vida. Paso de esclavitud a libertad.
Ambos acontecieron históricamente cuando, en el lugar, comenzaba la primavera: símbolo esperanzador de Vida Nueva.
Pascua remite a Pesaj, ya que ocurre en Jerusalén durante esta celebración y, la última cena puede considerarse un séder primitivo (orden que se sigue para celebrar la cena de Pesaj) donde Jesús instaura la Eucaristía y se ofrece en holocausto como cordero pascual.
La resurrección de Jesús no es un retorno a la misma vida, sino un paso hacia otra forma de Vida, la de Dios.
No podemos reducir Su resurrección a la afirmación de la vida sobre la muerte, o a un hecho histórico de hace veinte siglos...
Su triunfo sobre la muerte, su Resurrección nos enseña a creer como ÉL y no solo a tener fe en Jesús sino a vivir con la fe que el Cristo tuvo, tiene y tendrá.
La meta final no es la muerte, sino la Vida y la experiencia inefable del Amor del Padre.
Dicen los Evangelios que el Domingo anterior a la Pascua Judía, Jesús llegó a Jerusalén para celebrar con sus discípulos.
En las puertas de la ciudad una multitud lo recibió gloriosamente.
Era el Salvador que el pueblo de Israel aguardaba.
Pero enseguida cambió el ánimo colectivo y quien fue recibido a la voz de “¡Hosanna! Bendito quien viene en nombre del Señor", terminó condenado a muerte y crucificado.
Al tercer día (según lo anunciado en las Escrituras) resucitó de entre los muertos para redimir al género humano, rescatarlo del error y la oscuridad.
El jueves (santo) se celebra la última cena que tuvo el Señor con sus apóstoles.
El Viernes (santo) es un día de silencio, se recuerda la crucifixión de Cristo.
El Sábado (de Gloria) por la noche, con la Solemne Vigilia Pascual esperamos al domingo de Pascua.
El domingo de Pascua el misterio de la Encarnación se completa con el misterio de la Redención.

La Hermana Norma sigue convidando de sí...



Seguimos compartiendo bellos textos
de la Hermana Norma






Se acabaron las palabras

Dejar hablar al silencio aunque aturdan los sentidos,
y el entendimiento se conturbe.
Dejarlo ser caricia o recibir su bofetada,
que nos despierta a la realidad .
Invitarlo a entrar, mal acostumbrados a su visita,
lenguaje desconocido, temor que nos infunde
¿ dónde habitará?

Como un lago profundo de aguas claras,
nuestra imagen nos revelará.
Nos revelará esa verdad que intentamos ocultar.
Silencio que engendras vida,
nuestras palabras no son vacías
ni torpe nuestro caminar .

Silencio que me descubres la luz de mi profundo latir,
mi Dios se hace Presencia en tus venas,
gotas de fresco rocío,
por caminos de soledad .

Hermana Norma
Nosotros, el Sur




Soledad que me arrullas en la cálida noche de verano,
no me abraces tan fuerte como raíz de hiedra que se hunde
en el leño seco ; acaricia mi figura que se deshoja como rosa en otoño,
y apaga la sed de mi corazón, sólo por un instante.
Este vértigo tan fugaz del existir reseca mis labios.
Sigilosa y expectante, la amiga luna, destila su plata
sobre las huellas de mis pasos .
No abandones tus sueños en las profundidades de un corazón mezquino;
despliega tus alas, el cielo exulta de alegría, cantan los álamos,
el pan horneado está en la mesa .
La mirada clara de los pobres, te espera.


Hermana Norma
Nosotros, el Sur

miércoles, 14 de marzo de 2007

Poemas de una Carmelita



La Hermanita Norma, del Carmelo Santa Maria de Lujan, nos ha convidado dos de sus poemas y nosotros los compartimos con los lectores del sitio.
Las letras se nutren con su sentir contemplativo y reflejan el producto de la oración y el amor de su cálido corazón en proceso de intensa purificación... y, como diría San Agustín: ninguna otra cosa sino el bien puede salir de tal lugar.



"Antes que el sueño de la mediocridad
y el fulgor chispeante de otras luces adormezcan mi corazón,
¡mantenlo Señor despierto!
para ser remanso en las tristezas y en el agobio de mis hermanos,
calor sincero en los que sufren el frío del desprecio,
y cobijo de ternura para aquellos
que nunca conocieron la palabra dignidad "

Hermana Norma
Nosotros, el sur

Te busqué en el mendigo de mirar lento y cansino,
silencioso anhelaba.
“¿Cuál es el camino...? “

Te busqué en el Sol… Besó mi frente,
deshojó su ternura, alivió el peso de mis días
“Ilumina mis tinieblas”.

Te busqué en la cascada, delicadamente impetuosa;
zambullí mi cuerpo y mis ideas en su frescura cristalina
“Dame de beber...”

Me encontré en la montaña, agresivamente imbatible,
y descansé, dejando pasar el vendaval.
Sentí tus pasos de visitante, dulce brisa vespertina,
y al cerrarse mis párpados en la profundidad del sueño
envuelto en llanto agradecido.
desde el hueco de la roca....¡Te contemplé!

-“Aquí estoy: Yo, tu Señor, tu Dios
buscando descanso, dentro de tu inquieto corazón“

Hermana Norma
Nosotros, el sur







miércoles, 7 de marzo de 2007

Padre Nuestro



Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación.
LUCAS 11: 2-4
En el evangelio de Lucas 11 encontramos tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia e importancia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).
Uno de los discípulos le pide a Jesús que les enseñe a orar. Y nos revela el Padrenuestro que sintetiza Su Mensaje, pocas palabras que puede rezar y transmitir porque lo vive. Lucas escribe para cristianos helenistas (de origen griego), paganos casi sin contacto con la oración, por lo que había que enseñarles a orar.

Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
MATEO 6: 9-13
En el evangelio de Mateo, el Padrenuestro está en el capítulo 6 y forma parte del Sermón del Monte – que contiene las Bienaventuranzas - (capítulos 5 al 7).
Jesús exhorta a no aparentar en la oración, a orar en secreto, lejos de la vista de los demás y cerca de los ojos de Dios. Los fariseos oraban en público para que los vieran y reconocieran, por eso critica esta forma de exhibir la oración (Mt. 6, 5-6). Los fariseos, en hebreo perushim -segregados-, se dedicaban a la observancia de las leyes de pureza ritual incluso fuera del templo y las normas para el culto marcaban un ideal de vida en todas las acciones de su cotidianidad, ritualizándola. Jesús, entonces, enseña a no abundar en palabras, a confiarse en las manos de Dios (Mt. 6, 7-8).
Mateo escribió para una comunidad cristiana de origen judío, que sabía orar dentro de su tradición, por eso ataca la forma de rezar de los fariseos.

Padre nuestro que estás en el Cielo,
Dice Abba: papá en arameo, usado por los niños para llamar a su padre.
Jesús se comunica afectuosamente y así nos revela un rostro desconocido de Dios, su lejanía (está en los cielos) se hace cercana protegiendo y buscando el bienestar de sus hijos, como en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15, 11 ss).
Usa el lenguaje del pueblo, el arameo, para hablar de Dios. El hebreo se reservaba para el culto. Llama a Dios Papá y nos invita a repetir sus palabras.
Nos enseña el Padrenuestro invitándonos a participar de su filiación, mostrándonos a Dios como un Padre cercano que quiere que lo sigamos con la frescura, la ternura y la inocencia de niños que le hablan y le llaman Abba.
El Padre es cercano (nuestro) y también lejano (en los cielos)… toda la tierra esta llena de Su Gloria…

santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo,
Pedimos que su Nombre sea Santo reconocido por todos, para que no se tome en vano y con él se justifiquen cosas que no vienen de ÉL, que su Reino sea posible aquí y ahora, en la historia, para que la renueve en amor, justicia y paz.
Pedimos con confianza en Su voluntad y Su proyecto para cada uno de nosotros, en la tierra y en el cielo, o sea en toda la creación.

danos hoy nuestro pan de cada día,
Lo necesario para vivir. El pan como símbolo de lo que es imprescindible para la vida material y espiritual. La oración del Señor no dice dame, sino danos, en comunión (común - unión).
El "pan nuestro de cada día" representa lo necesario de día en día, como el “maná” que alimentó al pueblo de Israel en su éxodo por el desierto, y que no podía guardarse, solo consumirse en el momento. Le pedimos que nos de lo que necesitamos hoy en lo material, emocional y espiritual. Si nos consideramos hijos de Dios, aceptamos humildemente lo que Él nos regala. "… Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman…" (dice San Pablo en su Carta a los Romanos 8:28). Ese único y verdadero bien es el crecimiento del ser.

y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
Nos propone presentarnos ante Dios con disposición de perdón, convencidos de Su escucha acerca de nuestro arrepentimiento por los errores cometidos y proponiendo una nueva manera de relacionarnos, basada en el perdón con la Justicia y la Misericordia de Dios como fuente.

no nos dejes caer en tentación,
La última petición se realiza en negativo. Después de ponernos frente al Padre, percibimos nuestras propias limitaciones. Sabemos acerca de la tentación de justificarnos o seguir nuestro propio camino pretendiendo no ver ni escuchar.
La tentación existe y es parte de la vida, por lo que pedimos coraje y buena disposición para no dejarnos arrastrar por ella.

y líbranos del mal,
Pedimos ayuda para integrarnos al proyecto de Vida que el Padre dispone para nosotros, siguiendo Su camino y evitando tentaciones, que nos alejen de su Amor y Misericordia.
Amén
Así sea.


Mi reino no es de este mundo dijo Jesús (Jn. 18, 36)
ÉL está en este mundo pero nunca será de este mundo... dejando en claro la diferencia entre lo temporal y lo espiritual y verificando que lo finito es muy importante porque expresa y manifiesta lo espiritual.


Realizó: Adriana

La vida es como es y no como uno quiere que sea


…Aceptar SU voluntad
en lugar de querer imponer la de cada uno de nosotros.

En cada momento de nuestras vidas, que son muchos y variados, deseamos que los resultados coincidan con nuestras expectativas, es decir esperamos que el resultado sea como cada uno de nosotros quiere. Eventualmente ocurre que lo esperado sucede y muchas otras veces no... entonces aparece el sufrimiento.
¿Qué podemos hacer para no sufrir?
¿Qué podemos hacer para que no aparezca la desesperanza y la desesperación?
Aceptar SU decisión.
Desarrollar nuestra fe.
En mi opinión, el principio y lo primordial es agradecer al Señor por todos los dones que nos regala cada día y en cada momento.
Al comenzar cada día EL nos regala la vida, por eso es bueno decir: “Te agradezco, Rey Viviente y Eterno, pues Tú has restituido misericordiosamente mi alma dentro de mí. Grande es Tu fidelidad.”
En cada momento vivimos como si Dios no existiese.
Hacemos lo que nos parece, siguiendo con los conceptos culturales que nos han transmitido a lo largo de muchos años, siendo muchos de ellos caducos y casi sin vigencia, y no cumplimos con aquellos conceptos que debiéramos llevar a la práctica que, si bien son antiguos, no dejan de ser valiosos y vigentes: honestidad, respeto, trabajo, cumplimiento, amor...
Queremos que el otro, los otros y lo otro actúen de acuerdo a nuestras pautas y, si no es así, se generan grandes conflictos que llevan al distanciamiento y a la generación de sentimientos adversos que perjudican a todos.
Lo que Dios nos da en cada momento es bueno y tiende a mejor.
Cuidémonos.
Es importante alimentar adecuadamente el cuerpo y el alma.
Esa es la tarea de cada uno de nosotros, sobre nosotros mismos, en lugar de ocuparnos de lo que los otros debieran hacer.
Ocupémonos de nuestra tarea sin expectativas.
Sin esperar reconocimientos por lo que hemos hecho.
Sin esperar o demandar las demostraciones de cariño que consideramos merecer.
Sin hacer sugerencias cuando no nos han solicitado opinión.
Sin destruirnos porque la información que hemos recibido no ha sido la esperada, y... si sentimos tristeza: ¡expresarla!... si sentimos alegría: ¡expresarla!
Aprendamos a celebrar la vida que ÉL nos regala.
“Nos educaron para la felicidad-cosa, y lloramos por no hallarla, mientras nos pasa
por delante de las narices la felicidad-momento, la dicha-vivencia, la alegría pasajera.”
(Para quererte mejor - Jaime Barylko)
Respetemos al otro en su diversidad. Dios nos ha hecho distintos y no distantes.
Todos los seres humanos tenemos algo en común: somos diferentes.
(Robert Zend)
Dios, Padre Celestial, quiere el bien para cada uno de nosotros, sus hijos.
Hagamos Su voluntad.
Y… ¿Cuál es Su voluntad?
Dice el Profeta Miqueas 6:8 “Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor pide de ti: que practiques la justicia, que seas amigo de la bondad, y camines humildemente con tu Dios”
No siempre es bueno tener razón, es bueno vivir en paz, en armonía.
Hagamos lo que nos corresponde hacer, con ahínco, voluntad, alegría, dedicación, esmero, una cosa por vez (terminemos una para comenzar otra) y aceptemos que el otro hace también su parte, ¡de la misma manera que lo hacemos nosotros!
Encontrémonos.
Construyamos puentes que acerquen nuestros corazones.
No busquemos el defecto.
Es importante considerar que el otro es tan inteligente como yo, tan responsable como yo, tan bueno como yo y así sucesivamente.
De esa manera generamos en nosotros “buenos pensamientos”, esos que nos permitirán vivir en paz.
Ningún ser humano es indispensable.
Ningún ser humano es omnipotente y omnisapiente.
Ningún ser humano es perfecto.
Dios no nos hace perfectos y no escoge a los capacitados, capacita a los escogidos.
“...Noe era hombre justo, integro había sido en sus generaciones, con Dios se encaminó Noe” (Génesis 6:9)
Cada uno de nosotros hemos sido escogidos por el Creador para una determinada tarea, al igual que Noe, ¿la conocemos? ¿la cumplimos?... o tal vez estamos ocupándonos de lo que hace el otro y descuidamos nuestro propio obrar.
Yo soy yo, vos sos vos, caminemos juntos, construyamos un nosotros.
Cada uno de nosotros somos un todo y al mismo tiempo somos parte de un todo, como las olas del mar.
Confiemos en Dios y en los otros seres humanos.
El Pentateuco (Torá) en el relato previo a la entrega de las Tablas de la Ley al pueblo reunido cerca del Monte Sinaí, leemos: “Respondieron todo el pueblo al unísono, y dijeron: Todo lo que ha hablado Dios haremos. Llevó Moisés las palabras del pueblo ante Dios.” (Éxodo 19:8)
En la palabra “haremos” el pueblo deposita su confianza en el Creador y lleva a la práctica lo que ÉL indica. Es nuestra tarea aceptar así… sin pensar, sin evaluar, sin criticar, sin estar de acuerdo o en desacuerdo, lo que el Señor nos dice y cumplirlo para lograr nuestra plenitud.
En la mayoría de los casos los seres humanos hacemos lo que nos viene en gusto y gana y no tomamos en consideración lo que Dios dice, es por ello que al planeta tierra y a sus habitantes no les va bien.
“El Señor está conmigo, no temo, ¿qué podrá hacerme el ser humano?”
(Salmo 118:6).
“Más vale refugiarse en el Señor que confiar en los poderosos”
(Salmo 118:8).
Todo lo que viene haciendo el Señor es bueno, depositemos nuestra confianza en EL. Aceptemos su accionar, no pensemos que podemos hacer mejor que EL.
“Así dice Dios: que no se alabe el sabio por su sabiduría, ni el valiente por su valentía, ni el rico por su riqueza. Quien quiera alabarse, que busque su alabanza en esto: en tener inteligencia y conocerme. Yo soy Dios, y mi obrar en la tierra no es más que bondad, rectitud y justicia. Estas son las cosas que me gustan, palabra de Dios.” (Jeremías 9:22/23)
No esperemos recompensas, no estemos pendientes de los resultados de nuestra tarea, alegrémonos por haber hecho.
No le concedamos al otro, a lo otro la posibilidad de manejar nuestras vidas. Por el contrario, seamos capaces de aprender y seguir aprendiendo a hacer y aceptar la voluntad del Altísimo, sabiendo que Él hará para nosotros lo mejor.
Tal vez no lo que queremos, pero si lo que nos conviene.
Aprendamos la diferencia.

Realizó: Rab. Arieh

martes, 6 de febrero de 2007

Oración

Señor, ayúdame a sentir Tu Presencia en mí.
Quiero entregarme a Tu Voluntad
como instrumento para Tu tarea.

Haz que Te perciba Señor en mi cuerpo,
residencia finita de Tu eternidad.
Tienes mis ojos,
para que Tu mirada ilumine a los hombres;
tienes mis labios,
para que Tu palabra les confiera sabiduría, fe y esperanza;
tienes mis oídos,
para escuchar la risa de los que gozan y el llanto de los que sufren;
tienes mis brazos y mis manos,
para acariciar, abrazar, contener y sanar;
tienes mis piernas y mis pies,
para caminar por el mundo que has creado,
manifestación plena de Tu amor por nosotros.

Haz que te perciba Señor en mi mente,
residencia del alma,
para irradiar Tu paz,
y desde este lugar disolver los pensamientos errados o negativos,
que separan a los hombres de Ti.


Haz que te perciba Señor en mi corazón,
la casa del Espíritu, Tu morada,
para que desde Tu residencia,
puedas irradiar Amor a todo y a todos,
transformando deseos vanos y pasiones efímeras
en sentimientos de alegría, respeto, compasión y ternura.


Te amo Señor,
con todo mi corazón,
con toda mi alma,
con todo mi cuerpo.
Y… ya no soy yo, sino Tú en mí,
porque el Amor es Tuyo
y al amar Te conozco
y siento que vives y permaneces en mi…
Te amo Señor
Amén.



Programa de seminario


Si yo no me ocupo de mí ¿quién se ocupará?
Si me ocupo solo de mí, ¿qué soy?
Si no es ahora ¿cuándo?
Tratado de Principios, Cap. I Mishná 14
Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto
¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
1 Juan 4:20
En las adoraciones y bendiciones de los hombres rectos las alabanzas de todos los Profetas están amasadas juntas. Todas sus alabanzas se mezclan en una corriente, todos los vasos se vacían en una sola jarra. Pues Él que es alabado es, de hecho, solamente Uno. En este sentido todas las religiones son sólo una religión…
Mawlana Jalalu-Din Rumi (Místico del Islam S. XIII)

Programa de Seminario

La propuesta es desarrollar conceptos que lleven a transformar pensamientos, sentimientos, hábitos y paradigmas, que nos mantienen de lleno en lo mundano y material, sin considerar lo espiritual, lo interior, la comunicación con Dios, y su importancia para el crecimiento del ser.
La vida es una escuela y nos proponemos aprender a vivir con alegría y amor sondeando en lo profundo de nuestro interior y aplicando nuestra voluntad para desarrollar pensamientos y emociones positivas, aceptando los obstáculos que se presentan cotidianamente con compasivo respeto por uno mismo y por los demás.
Entendemos que cuando nuestra mirada hacia la vida es apreciativa y nos podemos enfocar en aquello que es digno de ser valorado, empezamos a cuidar el tiempo, la energía y la preciosidad de estar aquí y ahora.
Ofrecemos un seminario de cinco jornadas de 90 minutos cada una, donde desarrollaremos la siguiente temática:
- La vida: ¿Cómo la entendemos? ¿la valoramos? ¿somos agradecidos? ¿elegimos la vida? ¿sentimos que es un regalo divino? ¿cultivamos la alegría como energía espiritual? ¿la consideramos regalo de Dios?
- Vínculos: ¿Cómo nos relacionamos? ¿compartimos? ¿permitimos que la comunicación fluya? ¿somos apegados a los otros o abrimos los brazos? ¿nos contactamos con Dios? Cuando pasamos por un duelo: ¿vivimos sus etapas?
- Amor: ¿Qué entendemos por amor profano? ¿y por amor sagrado? ¿vivimos con amor? ¿compartimos? ¿nos compartimos? ¿gozamos con las cosas pequeñas? ¿somos capaces de sanar actitudes y practicar el perdón?
- Valores: ¿Qué entendemos por justicia? ¿cómo vivimos la fe? ¿practicamos la templanza? ¿compartimos la palabra, la escucha y lo que cada uno tiene para dar con amor y auténtico respeto? ¿cómo nos relacionamos con el dinero
- Transformación: ¿Estamos dispuestos a cambiar? ¿perdonamos? ¿aceptamos? ¿nos entusiasmamos? ¿podemos recuperar valores éticos? ¿nos manejamos con alegría? ¿nos paramos en el presente y aprendemos a disfrutar plenamente cada instante?



Escuela de Amor – Un lugar de encuentro con el Ser
(011) 4783 -5380 – 15-4438-4946
RABINO ARIEH SZTOKMAN – ADRIANA RAJČAN GUEVARA

martes, 30 de enero de 2007

Reunidos para el encuentro
Rabino Arieh Sztokman - Adriana R. Guevara

La Mishná dice que la presencia divina, la Shejiná, está en medio de dos personas que se reúnen para leer o hablar de la Torá (Mishná Avot, 3:2 –Tratado de los Principios).
En “El eclipse de Dios” Martín Buber relató cierto encuentro con un teólogo cristiano diciendo: “Donde dos están reunidos, están juntos en nombre de Dios”.
Rabi Hananiah Ben Teradyon dijo: “Si dos se sientan juntos y las palabras entre ellos no son las de la Torá, entonces es una sesión de burladores..., pero si dos se sientan juntos y las palabras entre ellos son las de la Torá, entonces la Shejiná (la presencia divina) está en medio de ellos”.
Jesús en el Evangelio de Mateo 18:20 dice: “Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos”. Aquí revela que Su Sagrada Presencia está entre nosotros al recordarlo, al alabarlo y en el diálogo profundo de la oración o plegaria.
Recordar a Dios, compartir su palabra, es buscarlo intensamente, es llamarlo con el corazón, es confiar en su paternidad amorosa, es unirse con los seres humanos que están cerca, porque Él dijo “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Soy el Señor” (Lev.19:18).
Salomón Ibn Gabirol (Avicebrón para los latinos) fue un filósofo judío del Sefarad, nacido en Málaga, España, en el año 1020, y muerto en Valencia en 1070 que recitaba: “Te busco en todas mis auroras y crepúsculos, extiendo hacia ti mis manos y mi rostro. Hasta ti grito con el corazón sediento, como el mendigo que pide junto a mi puerta. Las alturas no pueden servirte de morada, Tú resides dentro de mi. Yo, realmente, escondo en mi corazón tu gloriosa presencia, mientras mi amor por ti rebosa por mi boca. Por eso te ensalzaré, oh Señor, mientras tu aliento esté en mi”
En el Islam, un Jadiz Qudsi (Jadiz o Hadiz = tradición; Qudsi = sagrada) dice: “Mi Amor es dado a los que se aman, permaneciendo en Mi, a los que siguen juntos, en mi, a los que se visitan, en mi, a los que se ayudan… en mi”
En el Corán, la Sura 85:14 dice: “Y solo Él es realmente indulgente, universal en Su amor”. En la Sura 16:18 afirma que: “Si quisieras contar las bendiciones de Dios, no podrías enumerarlas. Dios es, en verdad, indulgente y dispensador de gracia”
“¡Oh, Humanos! ciertamente os creamos de un hombre y de una mujer y os dividimos en naciones y tribus para que os reconozcáis entre ustedes.” (Corán 49:13)
En el Evangelio de Juan 17:21, se nos enseña a amar a todos, sin distinción. Allí Jesús dice: “Que todos sean Uno, como Tú, Padre, estás en mí y yo en ti”.
La religión, entendida en el correcto sentido de la palabra (como factor de re-ligazón, de re-unión del hombre con su Creador) le da sentido a la vida; y una vida con sentido es una vida realizada, consciente de su naturaleza divina.
Por eso creemos que una buena propuesta para que el espíritu emerja es caminar hacia ÉL, dentro de la tradición a la que cada uno adhiera, leyendo y meditando Su Palabra, juntos, con el corazón dispuesto a regocijarse en Su compañía .
Ibn Arabi (Murcia, 1165-Damasco, 1241) filósofo, teósofo y místico musulmán (reconocido por la tradición sufí como el mayor maestro) sostuvo: “El color del agua es el color de su recipiente. Por eso hay que reconocer a Dios en toda creencia, en toda forma y en todo objeto de fe”. No importa el color… solo seamos recipientes contenedores del Agua de Vida.