jueves, 22 de marzo de 2007

Dios es Amor y al mismo tiempo... Silencio




Tres textos para estos tiempos de Pesaj - Pascua







DIOS ES AMOR Y AL MISMO TIEMPO… SILENCIO
Hna. Nancy

Dios es amor… y a veces se manifiesta como silencio, ante el que sentimos soledad y a la vez invitación al encuentro.
El humano es, de algún modo, un peregrino de este silencio de Dios.
Esta peregrinación en el silencio se puede convertir en un camino de oración, de búsqueda del Eterno, de hambre y sed por saber de Él.
Y…podemos salir a Su encuentro con nuestra vida y con nuestro bagaje histórico.
Buscamos tiempos de desierto donde necesitamos la soledad del Sagrario (signo de la presencia de Jesús) y otros de fluido contacto con los hombres (de encuentro con los hermanos) que también son signos del Dios Amor, que se hizo Hombre para que los hombres lo pudiéramos abrazar.
Cuando nuestro corazón camina hacia el encuentro con Él, presiente que ya está en tierra de Dios.
El que peregrina está en camino y el camino tiene una doble vía: nos puede alejar o nos lleva al encuentro.
El camino es un constante y lento arder en luz que guarda las huellas del Dios Amor, cuya lámpara ilumina sin cegar, abraza sin apretar, acompaña sin demandar… maravillosa y misericordiosamente…


PESAJ
Rab. Arieh

El significado más conocido de Pesaj es paso.
En esta festividad celebramos con distintos rituales llenos de simbología, el paso de la esclavitud a la libertad.
Cada vez que utilizamos los términos relativos a esta fiesta, como por ejemplo: esclavitud, libertad, paso... nuestros pensamientos se orientan a aspectos tangibles, materiales, visibles... en lugar de incursionar en conceptos profundos, sutiles, espirituales.
Vivir en esclavitud no refiere solo a un lugar determinado ni a una situación concreta: puede simplemente tratarse de un profundo sentimiento de angustia, sin importar el espacio ni el tiempo; una enfermedad; una relación donde el amor está ausente y el miedo presente; el esfuerzo desmedido por logros materiales, posición social, económica... y también puede ser un lugar físico.
Paso no es solo moverse de un lugar a otro sino, por el contrario, es transformar pensamientos y modificar sentimientos, es observar lo negativo para superarlo y elegir lo positivo, es abandonar valores efímeros y aceptar la Voluntad del Eterno.
Libertad es buscar el encuentro con el prójimo y con Dios con alegría y satisfacción por todo lo que ÉL nos regala, es llenarse de pensamientos positivos y percibir, desde lo profundo del ser, que el Creador nos acompaña y ayuda en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida.

PASCUA
Adriana

La Pascua cristiana y Pesaj son fiestas de importancia similar: Paso de muerte a Vida. Paso de esclavitud a libertad.
Ambos acontecieron históricamente cuando, en el lugar, comenzaba la primavera: símbolo esperanzador de Vida Nueva.
Pascua remite a Pesaj, ya que ocurre en Jerusalén durante esta celebración y, la última cena puede considerarse un séder primitivo (orden que se sigue para celebrar la cena de Pesaj) donde Jesús instaura la Eucaristía y se ofrece en holocausto como cordero pascual.
La resurrección de Jesús no es un retorno a la misma vida, sino un paso hacia otra forma de Vida, la de Dios.
No podemos reducir Su resurrección a la afirmación de la vida sobre la muerte, o a un hecho histórico de hace veinte siglos...
Su triunfo sobre la muerte, su Resurrección nos enseña a creer como ÉL y no solo a tener fe en Jesús sino a vivir con la fe que el Cristo tuvo, tiene y tendrá.
La meta final no es la muerte, sino la Vida y la experiencia inefable del Amor del Padre.
Dicen los Evangelios que el Domingo anterior a la Pascua Judía, Jesús llegó a Jerusalén para celebrar con sus discípulos.
En las puertas de la ciudad una multitud lo recibió gloriosamente.
Era el Salvador que el pueblo de Israel aguardaba.
Pero enseguida cambió el ánimo colectivo y quien fue recibido a la voz de “¡Hosanna! Bendito quien viene en nombre del Señor", terminó condenado a muerte y crucificado.
Al tercer día (según lo anunciado en las Escrituras) resucitó de entre los muertos para redimir al género humano, rescatarlo del error y la oscuridad.
El jueves (santo) se celebra la última cena que tuvo el Señor con sus apóstoles.
El Viernes (santo) es un día de silencio, se recuerda la crucifixión de Cristo.
El Sábado (de Gloria) por la noche, con la Solemne Vigilia Pascual esperamos al domingo de Pascua.
El domingo de Pascua el misterio de la Encarnación se completa con el misterio de la Redención.

La Hermana Norma sigue convidando de sí...



Seguimos compartiendo bellos textos
de la Hermana Norma






Se acabaron las palabras

Dejar hablar al silencio aunque aturdan los sentidos,
y el entendimiento se conturbe.
Dejarlo ser caricia o recibir su bofetada,
que nos despierta a la realidad .
Invitarlo a entrar, mal acostumbrados a su visita,
lenguaje desconocido, temor que nos infunde
¿ dónde habitará?

Como un lago profundo de aguas claras,
nuestra imagen nos revelará.
Nos revelará esa verdad que intentamos ocultar.
Silencio que engendras vida,
nuestras palabras no son vacías
ni torpe nuestro caminar .

Silencio que me descubres la luz de mi profundo latir,
mi Dios se hace Presencia en tus venas,
gotas de fresco rocío,
por caminos de soledad .

Hermana Norma
Nosotros, el Sur




Soledad que me arrullas en la cálida noche de verano,
no me abraces tan fuerte como raíz de hiedra que se hunde
en el leño seco ; acaricia mi figura que se deshoja como rosa en otoño,
y apaga la sed de mi corazón, sólo por un instante.
Este vértigo tan fugaz del existir reseca mis labios.
Sigilosa y expectante, la amiga luna, destila su plata
sobre las huellas de mis pasos .
No abandones tus sueños en las profundidades de un corazón mezquino;
despliega tus alas, el cielo exulta de alegría, cantan los álamos,
el pan horneado está en la mesa .
La mirada clara de los pobres, te espera.


Hermana Norma
Nosotros, el Sur

miércoles, 14 de marzo de 2007

Poemas de una Carmelita



La Hermanita Norma, del Carmelo Santa Maria de Lujan, nos ha convidado dos de sus poemas y nosotros los compartimos con los lectores del sitio.
Las letras se nutren con su sentir contemplativo y reflejan el producto de la oración y el amor de su cálido corazón en proceso de intensa purificación... y, como diría San Agustín: ninguna otra cosa sino el bien puede salir de tal lugar.



"Antes que el sueño de la mediocridad
y el fulgor chispeante de otras luces adormezcan mi corazón,
¡mantenlo Señor despierto!
para ser remanso en las tristezas y en el agobio de mis hermanos,
calor sincero en los que sufren el frío del desprecio,
y cobijo de ternura para aquellos
que nunca conocieron la palabra dignidad "

Hermana Norma
Nosotros, el sur

Te busqué en el mendigo de mirar lento y cansino,
silencioso anhelaba.
“¿Cuál es el camino...? “

Te busqué en el Sol… Besó mi frente,
deshojó su ternura, alivió el peso de mis días
“Ilumina mis tinieblas”.

Te busqué en la cascada, delicadamente impetuosa;
zambullí mi cuerpo y mis ideas en su frescura cristalina
“Dame de beber...”

Me encontré en la montaña, agresivamente imbatible,
y descansé, dejando pasar el vendaval.
Sentí tus pasos de visitante, dulce brisa vespertina,
y al cerrarse mis párpados en la profundidad del sueño
envuelto en llanto agradecido.
desde el hueco de la roca....¡Te contemplé!

-“Aquí estoy: Yo, tu Señor, tu Dios
buscando descanso, dentro de tu inquieto corazón“

Hermana Norma
Nosotros, el sur







miércoles, 7 de marzo de 2007

Padre Nuestro



Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación.
LUCAS 11: 2-4
En el evangelio de Lucas 11 encontramos tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia e importancia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).
Uno de los discípulos le pide a Jesús que les enseñe a orar. Y nos revela el Padrenuestro que sintetiza Su Mensaje, pocas palabras que puede rezar y transmitir porque lo vive. Lucas escribe para cristianos helenistas (de origen griego), paganos casi sin contacto con la oración, por lo que había que enseñarles a orar.

Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
MATEO 6: 9-13
En el evangelio de Mateo, el Padrenuestro está en el capítulo 6 y forma parte del Sermón del Monte – que contiene las Bienaventuranzas - (capítulos 5 al 7).
Jesús exhorta a no aparentar en la oración, a orar en secreto, lejos de la vista de los demás y cerca de los ojos de Dios. Los fariseos oraban en público para que los vieran y reconocieran, por eso critica esta forma de exhibir la oración (Mt. 6, 5-6). Los fariseos, en hebreo perushim -segregados-, se dedicaban a la observancia de las leyes de pureza ritual incluso fuera del templo y las normas para el culto marcaban un ideal de vida en todas las acciones de su cotidianidad, ritualizándola. Jesús, entonces, enseña a no abundar en palabras, a confiarse en las manos de Dios (Mt. 6, 7-8).
Mateo escribió para una comunidad cristiana de origen judío, que sabía orar dentro de su tradición, por eso ataca la forma de rezar de los fariseos.

Padre nuestro que estás en el Cielo,
Dice Abba: papá en arameo, usado por los niños para llamar a su padre.
Jesús se comunica afectuosamente y así nos revela un rostro desconocido de Dios, su lejanía (está en los cielos) se hace cercana protegiendo y buscando el bienestar de sus hijos, como en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15, 11 ss).
Usa el lenguaje del pueblo, el arameo, para hablar de Dios. El hebreo se reservaba para el culto. Llama a Dios Papá y nos invita a repetir sus palabras.
Nos enseña el Padrenuestro invitándonos a participar de su filiación, mostrándonos a Dios como un Padre cercano que quiere que lo sigamos con la frescura, la ternura y la inocencia de niños que le hablan y le llaman Abba.
El Padre es cercano (nuestro) y también lejano (en los cielos)… toda la tierra esta llena de Su Gloria…

santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo,
Pedimos que su Nombre sea Santo reconocido por todos, para que no se tome en vano y con él se justifiquen cosas que no vienen de ÉL, que su Reino sea posible aquí y ahora, en la historia, para que la renueve en amor, justicia y paz.
Pedimos con confianza en Su voluntad y Su proyecto para cada uno de nosotros, en la tierra y en el cielo, o sea en toda la creación.

danos hoy nuestro pan de cada día,
Lo necesario para vivir. El pan como símbolo de lo que es imprescindible para la vida material y espiritual. La oración del Señor no dice dame, sino danos, en comunión (común - unión).
El "pan nuestro de cada día" representa lo necesario de día en día, como el “maná” que alimentó al pueblo de Israel en su éxodo por el desierto, y que no podía guardarse, solo consumirse en el momento. Le pedimos que nos de lo que necesitamos hoy en lo material, emocional y espiritual. Si nos consideramos hijos de Dios, aceptamos humildemente lo que Él nos regala. "… Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman…" (dice San Pablo en su Carta a los Romanos 8:28). Ese único y verdadero bien es el crecimiento del ser.

y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
Nos propone presentarnos ante Dios con disposición de perdón, convencidos de Su escucha acerca de nuestro arrepentimiento por los errores cometidos y proponiendo una nueva manera de relacionarnos, basada en el perdón con la Justicia y la Misericordia de Dios como fuente.

no nos dejes caer en tentación,
La última petición se realiza en negativo. Después de ponernos frente al Padre, percibimos nuestras propias limitaciones. Sabemos acerca de la tentación de justificarnos o seguir nuestro propio camino pretendiendo no ver ni escuchar.
La tentación existe y es parte de la vida, por lo que pedimos coraje y buena disposición para no dejarnos arrastrar por ella.

y líbranos del mal,
Pedimos ayuda para integrarnos al proyecto de Vida que el Padre dispone para nosotros, siguiendo Su camino y evitando tentaciones, que nos alejen de su Amor y Misericordia.
Amén
Así sea.


Mi reino no es de este mundo dijo Jesús (Jn. 18, 36)
ÉL está en este mundo pero nunca será de este mundo... dejando en claro la diferencia entre lo temporal y lo espiritual y verificando que lo finito es muy importante porque expresa y manifiesta lo espiritual.


Realizó: Adriana

La vida es como es y no como uno quiere que sea


…Aceptar SU voluntad
en lugar de querer imponer la de cada uno de nosotros.

En cada momento de nuestras vidas, que son muchos y variados, deseamos que los resultados coincidan con nuestras expectativas, es decir esperamos que el resultado sea como cada uno de nosotros quiere. Eventualmente ocurre que lo esperado sucede y muchas otras veces no... entonces aparece el sufrimiento.
¿Qué podemos hacer para no sufrir?
¿Qué podemos hacer para que no aparezca la desesperanza y la desesperación?
Aceptar SU decisión.
Desarrollar nuestra fe.
En mi opinión, el principio y lo primordial es agradecer al Señor por todos los dones que nos regala cada día y en cada momento.
Al comenzar cada día EL nos regala la vida, por eso es bueno decir: “Te agradezco, Rey Viviente y Eterno, pues Tú has restituido misericordiosamente mi alma dentro de mí. Grande es Tu fidelidad.”
En cada momento vivimos como si Dios no existiese.
Hacemos lo que nos parece, siguiendo con los conceptos culturales que nos han transmitido a lo largo de muchos años, siendo muchos de ellos caducos y casi sin vigencia, y no cumplimos con aquellos conceptos que debiéramos llevar a la práctica que, si bien son antiguos, no dejan de ser valiosos y vigentes: honestidad, respeto, trabajo, cumplimiento, amor...
Queremos que el otro, los otros y lo otro actúen de acuerdo a nuestras pautas y, si no es así, se generan grandes conflictos que llevan al distanciamiento y a la generación de sentimientos adversos que perjudican a todos.
Lo que Dios nos da en cada momento es bueno y tiende a mejor.
Cuidémonos.
Es importante alimentar adecuadamente el cuerpo y el alma.
Esa es la tarea de cada uno de nosotros, sobre nosotros mismos, en lugar de ocuparnos de lo que los otros debieran hacer.
Ocupémonos de nuestra tarea sin expectativas.
Sin esperar reconocimientos por lo que hemos hecho.
Sin esperar o demandar las demostraciones de cariño que consideramos merecer.
Sin hacer sugerencias cuando no nos han solicitado opinión.
Sin destruirnos porque la información que hemos recibido no ha sido la esperada, y... si sentimos tristeza: ¡expresarla!... si sentimos alegría: ¡expresarla!
Aprendamos a celebrar la vida que ÉL nos regala.
“Nos educaron para la felicidad-cosa, y lloramos por no hallarla, mientras nos pasa
por delante de las narices la felicidad-momento, la dicha-vivencia, la alegría pasajera.”
(Para quererte mejor - Jaime Barylko)
Respetemos al otro en su diversidad. Dios nos ha hecho distintos y no distantes.
Todos los seres humanos tenemos algo en común: somos diferentes.
(Robert Zend)
Dios, Padre Celestial, quiere el bien para cada uno de nosotros, sus hijos.
Hagamos Su voluntad.
Y… ¿Cuál es Su voluntad?
Dice el Profeta Miqueas 6:8 “Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor pide de ti: que practiques la justicia, que seas amigo de la bondad, y camines humildemente con tu Dios”
No siempre es bueno tener razón, es bueno vivir en paz, en armonía.
Hagamos lo que nos corresponde hacer, con ahínco, voluntad, alegría, dedicación, esmero, una cosa por vez (terminemos una para comenzar otra) y aceptemos que el otro hace también su parte, ¡de la misma manera que lo hacemos nosotros!
Encontrémonos.
Construyamos puentes que acerquen nuestros corazones.
No busquemos el defecto.
Es importante considerar que el otro es tan inteligente como yo, tan responsable como yo, tan bueno como yo y así sucesivamente.
De esa manera generamos en nosotros “buenos pensamientos”, esos que nos permitirán vivir en paz.
Ningún ser humano es indispensable.
Ningún ser humano es omnipotente y omnisapiente.
Ningún ser humano es perfecto.
Dios no nos hace perfectos y no escoge a los capacitados, capacita a los escogidos.
“...Noe era hombre justo, integro había sido en sus generaciones, con Dios se encaminó Noe” (Génesis 6:9)
Cada uno de nosotros hemos sido escogidos por el Creador para una determinada tarea, al igual que Noe, ¿la conocemos? ¿la cumplimos?... o tal vez estamos ocupándonos de lo que hace el otro y descuidamos nuestro propio obrar.
Yo soy yo, vos sos vos, caminemos juntos, construyamos un nosotros.
Cada uno de nosotros somos un todo y al mismo tiempo somos parte de un todo, como las olas del mar.
Confiemos en Dios y en los otros seres humanos.
El Pentateuco (Torá) en el relato previo a la entrega de las Tablas de la Ley al pueblo reunido cerca del Monte Sinaí, leemos: “Respondieron todo el pueblo al unísono, y dijeron: Todo lo que ha hablado Dios haremos. Llevó Moisés las palabras del pueblo ante Dios.” (Éxodo 19:8)
En la palabra “haremos” el pueblo deposita su confianza en el Creador y lleva a la práctica lo que ÉL indica. Es nuestra tarea aceptar así… sin pensar, sin evaluar, sin criticar, sin estar de acuerdo o en desacuerdo, lo que el Señor nos dice y cumplirlo para lograr nuestra plenitud.
En la mayoría de los casos los seres humanos hacemos lo que nos viene en gusto y gana y no tomamos en consideración lo que Dios dice, es por ello que al planeta tierra y a sus habitantes no les va bien.
“El Señor está conmigo, no temo, ¿qué podrá hacerme el ser humano?”
(Salmo 118:6).
“Más vale refugiarse en el Señor que confiar en los poderosos”
(Salmo 118:8).
Todo lo que viene haciendo el Señor es bueno, depositemos nuestra confianza en EL. Aceptemos su accionar, no pensemos que podemos hacer mejor que EL.
“Así dice Dios: que no se alabe el sabio por su sabiduría, ni el valiente por su valentía, ni el rico por su riqueza. Quien quiera alabarse, que busque su alabanza en esto: en tener inteligencia y conocerme. Yo soy Dios, y mi obrar en la tierra no es más que bondad, rectitud y justicia. Estas son las cosas que me gustan, palabra de Dios.” (Jeremías 9:22/23)
No esperemos recompensas, no estemos pendientes de los resultados de nuestra tarea, alegrémonos por haber hecho.
No le concedamos al otro, a lo otro la posibilidad de manejar nuestras vidas. Por el contrario, seamos capaces de aprender y seguir aprendiendo a hacer y aceptar la voluntad del Altísimo, sabiendo que Él hará para nosotros lo mejor.
Tal vez no lo que queremos, pero si lo que nos conviene.
Aprendamos la diferencia.

Realizó: Rab. Arieh