miércoles, 7 de marzo de 2007

Padre Nuestro



Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación.
LUCAS 11: 2-4
En el evangelio de Lucas 11 encontramos tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia e importancia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).
Uno de los discípulos le pide a Jesús que les enseñe a orar. Y nos revela el Padrenuestro que sintetiza Su Mensaje, pocas palabras que puede rezar y transmitir porque lo vive. Lucas escribe para cristianos helenistas (de origen griego), paganos casi sin contacto con la oración, por lo que había que enseñarles a orar.

Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
MATEO 6: 9-13
En el evangelio de Mateo, el Padrenuestro está en el capítulo 6 y forma parte del Sermón del Monte – que contiene las Bienaventuranzas - (capítulos 5 al 7).
Jesús exhorta a no aparentar en la oración, a orar en secreto, lejos de la vista de los demás y cerca de los ojos de Dios. Los fariseos oraban en público para que los vieran y reconocieran, por eso critica esta forma de exhibir la oración (Mt. 6, 5-6). Los fariseos, en hebreo perushim -segregados-, se dedicaban a la observancia de las leyes de pureza ritual incluso fuera del templo y las normas para el culto marcaban un ideal de vida en todas las acciones de su cotidianidad, ritualizándola. Jesús, entonces, enseña a no abundar en palabras, a confiarse en las manos de Dios (Mt. 6, 7-8).
Mateo escribió para una comunidad cristiana de origen judío, que sabía orar dentro de su tradición, por eso ataca la forma de rezar de los fariseos.

Padre nuestro que estás en el Cielo,
Dice Abba: papá en arameo, usado por los niños para llamar a su padre.
Jesús se comunica afectuosamente y así nos revela un rostro desconocido de Dios, su lejanía (está en los cielos) se hace cercana protegiendo y buscando el bienestar de sus hijos, como en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15, 11 ss).
Usa el lenguaje del pueblo, el arameo, para hablar de Dios. El hebreo se reservaba para el culto. Llama a Dios Papá y nos invita a repetir sus palabras.
Nos enseña el Padrenuestro invitándonos a participar de su filiación, mostrándonos a Dios como un Padre cercano que quiere que lo sigamos con la frescura, la ternura y la inocencia de niños que le hablan y le llaman Abba.
El Padre es cercano (nuestro) y también lejano (en los cielos)… toda la tierra esta llena de Su Gloria…

santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo,
Pedimos que su Nombre sea Santo reconocido por todos, para que no se tome en vano y con él se justifiquen cosas que no vienen de ÉL, que su Reino sea posible aquí y ahora, en la historia, para que la renueve en amor, justicia y paz.
Pedimos con confianza en Su voluntad y Su proyecto para cada uno de nosotros, en la tierra y en el cielo, o sea en toda la creación.

danos hoy nuestro pan de cada día,
Lo necesario para vivir. El pan como símbolo de lo que es imprescindible para la vida material y espiritual. La oración del Señor no dice dame, sino danos, en comunión (común - unión).
El "pan nuestro de cada día" representa lo necesario de día en día, como el “maná” que alimentó al pueblo de Israel en su éxodo por el desierto, y que no podía guardarse, solo consumirse en el momento. Le pedimos que nos de lo que necesitamos hoy en lo material, emocional y espiritual. Si nos consideramos hijos de Dios, aceptamos humildemente lo que Él nos regala. "… Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman…" (dice San Pablo en su Carta a los Romanos 8:28). Ese único y verdadero bien es el crecimiento del ser.

y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
Nos propone presentarnos ante Dios con disposición de perdón, convencidos de Su escucha acerca de nuestro arrepentimiento por los errores cometidos y proponiendo una nueva manera de relacionarnos, basada en el perdón con la Justicia y la Misericordia de Dios como fuente.

no nos dejes caer en tentación,
La última petición se realiza en negativo. Después de ponernos frente al Padre, percibimos nuestras propias limitaciones. Sabemos acerca de la tentación de justificarnos o seguir nuestro propio camino pretendiendo no ver ni escuchar.
La tentación existe y es parte de la vida, por lo que pedimos coraje y buena disposición para no dejarnos arrastrar por ella.

y líbranos del mal,
Pedimos ayuda para integrarnos al proyecto de Vida que el Padre dispone para nosotros, siguiendo Su camino y evitando tentaciones, que nos alejen de su Amor y Misericordia.
Amén
Así sea.


Mi reino no es de este mundo dijo Jesús (Jn. 18, 36)
ÉL está en este mundo pero nunca será de este mundo... dejando en claro la diferencia entre lo temporal y lo espiritual y verificando que lo finito es muy importante porque expresa y manifiesta lo espiritual.


Realizó: Adriana

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