viernes, 21 de septiembre de 2012

Una oración muy fuerte: Kol Nidre (o Nidrei)

En la noche de Iom Kipur la primera plegaria es Kol Nidre (todos los votos, todas las promesas).


La sinagoga está en silencio. Se habla sobre juramentos y promesas que no se cumplieron. No importa lo religiosos o seculares que sean los presentes; esa noche todos se paran y recitan esta sagrada plegaria.

Al pararnos frente a Dios en estos días sagrados, podemos decidir, dentro de nuestro corazón, cuidar las palabras y los actos.

Kol Nidre es una tefilá (oración) que trata de la anulación de las promesas hacia Dios, hechas por el ser humano pero no cumplidas. No se aplica respecto de las promesas hechas a otros seres humanos. Una persona no puede ser liberada de una obligación para con su prójimo salvo por el consentimiento de la persona afectada.

Para algunos el origen del Kol Nidre se remonta al período de los godos occidentales, donde comunidades enteras de judíos eran obligadas a bautizarse pero, cuando se reunían secretamente durante Yom Kipur, repetían este rezo para no caer en perjurio (era la España de los tiempos del Rey Recaredo I -586/601-). Otros dicen que la oración fue instituida en Babilonia, en la época de los Gueonim (el período de los sabios Gueonim en Babilonia se extiende desde el año 589 al 1038), y una tercera opinión afirma que tiene raíz talmúdica y se practicó en la Edad Media, entre el 600 y el 1100.

Lo que merece destacarse es que ninguna otra melodía tradicional judía ha atraído tantos compositores, en los últimos siglos, como el Kol Nidre.

Con la llegada de Yom Kipur, en las reuniones clandestinas para ofrendar las plegarias a Dios, el mayor de los asistentes se levantaba para declarar que todos los juramentos y promesas que habían hecho eran nulos y vanos, porque los habían formulado bajo coacción. Así la fórmula fue introducida al oficio. Y es probable que en esas circunstancias los acordes de Kol Nidrei hubieran sido compuestos.

El Kol Nidre genera una atmósfera especial, produce una emoción muy fuerte, creando una fuerza espiritual que evoca la trascendencia del día que comienza, el Día del Perdón.

Son innumerables los arreglos para voz, piano, órgano, violín pero el más conocido es el de Max Bruch (opus 47 Adagio en melodías hebreas para violoncelo y orquesta) compuesto en 1881. Bruch era alemán y protestante. Conoció la melodía por su maestro Ferdinand Hiller que lo presentó a la familia Liechtenstein en Berlín. Dijo que, a pesar de ser protestante, se sintió cautivado por su belleza y se sentía orgulloso del arreglo que había hecho.

Algunos textos le llaman “la oración más sagrada del Judaísmo”, aunque más que una oración es una declaración jurídica, que declara nulos todos los juramentos ante Dios, los realizados y ¡los por realizar! desde este Yom Kipur hasta el próximo Yom Kipur.

Ha ido cambiando un poco con el tiempo, siendo la fórmula actual atribuida al Rabi Meir ben Samuel, del siglo XI, que incluyó el término a futuro.

“Todos los votos, obligaciones, juramentos y anatemas, ... que nos obligan desde este Iom Kipur hasta el siguiente quedan anulados. Quiera Dios redimir, absolver, perdonar, anular e invalidar y dejar sin efecto esos votos, que no nos obliguen ni tengan poder sobre nosotros, los votos no serán eficaces ni obligatorios, ni las promesas o juramentos.”

Luego de terminar el recitado del Kol Nidre, se lee el Libro de Números, capítulo 15 versículo26:

Números 15:26 Así será perdonada toda la comunidad de los hijos de Israel, y también el extranjero que resida en medio de ellos, porque esto le sucedió a todo el pueblo inadvertidamente.

Recorriendo el majzor *, un rezo repetido, desde Rosh Hashana hasta Yom Kipur, es el Vidui: Confesión en voz audible, uno de los elementos de la Teshuvá (arrepentimiento y retorno), tal como lo expresa el versículo "Y confesarán sus pecados" (Libro de Números 5:7-17) y el libro de Proverbios 28:13 "El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y abandona, obtendrá misericordia".

La confesión ayuda al que se arrepiente con el corazón y decide no volver a incurrir en el pecado. Cuando el ser humano habla de algo, toca más profundamente sus sentimientos que cuando sólo piensa en ello.

Por medio del Vidui, el reconocimiento del error cometido será más claro, el sentimiento más profundo y la Teshuvá, el retorno a Dios, más firme.

El Vidui enumera una lista muy amplia de pecados posibles y lo deben recitar todos, de pie y en voz alta. Todos dicen todo. Esto permite, al que es consciente de sus errores, decirlo en voz audible, sin avergonzarse y, quien no es consciente, puede darse cuenta que pudo mentir, engañar o cometer cualquiera de las faltas mencionadas en la lista. Los seres humanos cometemos errores y el entorno comunitario permite confesarlos, pedir perdón, y sentirnos acompañados.

En Yom Kipur, se debiera vestir con ropas claras simbolizando la búsqueda de pureza, no usar zapatos de cuero, ni nada que demuestre ostentación de riqueza, porque es un día para profundizar la humildad, para trabajar el verdadero valor del regalo de Dios: la vida. Los hombres usan el Talit Gadol, amplio, para que cubra tanto ropas caras como ropas pobres, y se vean todos iguales. Se pide perdón desde abajo, desde la humildad del ser interior, desde las profundidades del alma.


Bendiciones
Adriana

* es un conjunto de libros litúrgicos judíos (reunidos) con el conjunto de oraciones de las altas fiestas (Yamim Noraim, Rosh Hashana, Yom Kippur, Pésaj, Shavuot y Sucot).

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Shofar


EL SHOFAR

Es un instrumento de viento creado con el cuerno de un animal apto (o kosher), como el carnero, cabra, antílope o gacela. Es mencionado alrededor de setenta veces en la Biblia.
Durante el toque del shofar, en Rosh Hashaná, escuchamos tres sonidos distintos:

1.Tekiá – un sonido directo y largo
Rosh Hashaná es buen tiempo para percibir a Dios e interiorizarlo.
Dios es Creador. Dios es Todopoderoso. Dios es Sostenedor. Dios es Misericordia. Dios es Amor. En síntesis, Dios es el Rey del Universo, un verdadero Rey, no como la mayoría de los reyes a los que nos acostumbró la historia, a lo largo de los tiempos.
Dios es un Rey servidor del pueblo. Se ocupa de su creación más preciada, el ser humano. Sus preceptos y mandamientos benefician a la humanidad, no al Divino Legislador. En Rosh Hashaná se corona a Dios como nuestro Rey.
-Coronamos a Dios acercándonos, direccionando hacia Él nuestros pensamientos, palabras y obras… sin tener que escondernos.
-Coronamos a Dios cuando colocamos lo Eterno y Trascendente por encima de lo finito y transitorio, lo Real frente a lo ilusorio.
"Reina sobre todo el mundo con Tu gloria… y aparece en el esplendor de Tu majestuoso poder sobre todos los que viven en la tierra… y todos los que tienen aliento en sus narices dirán: 'Dios, el Dios de Israel, es el Rey, y Su Reinado es absoluto". Plegaria del Majzor *
El tiempo de Rosh HaShaná es ideal para plantearnos nuestra misión en la vida. El gran cabalista, Rabí Itzjak Luria (el Ari, o el AriZal, 1534-1572) dijo: nunca nadie ha venido ni vendrá al mundo con la misma misión que vos.
Cuando suene el shofar y el alma se movilice con su sonido, será bueno decirnos a nosotros mismos: Siento que… (esta) es mi misión y trabajo en ella o, aun no he comenzado a hacer lo que siento que debo hacer, pero ¡lo haré!. Conocer la misión individual valoriza la vida y aleja al ser humano de las vanas comparaciones y las mentirosas justificaciones. Tengamos en cuenta que cumplir con nuestra misión, no nos exime de los deberes con la familia, el trabajo, la sociedad o la comunidad. Por el contrario, debe ser compatible con nuestra vida cotidiana, no olvidemos que es Dios quien nos la asignó y es quien se encarga de “acercarnos” las posibilidades para llevarla a cabo.
Tekiá – el sonido directo y largo del shofar – es el sonido de la coronación que proclama: Dios es nuestro Rey. ÉL, que dirige el mundo... guiando la historia, produciendo maravillas y preocupándose personalmente de cada ser humano.
“No es suficiente que Dios sea sólo Mi Rey. Si TODA la humanidad no reconoce a Dios como el Rey, entonces hay algo que falta en mi propia relación con Dios. Parte de mi amor por el Todopoderoso es ayudar a guiar a toda la gente hacia Su reconocimiento. Por supuesto esto es ampliamente una expresión de mi profunda preocupación por el prójimo. Pero también afecta mi propio sentido del Reinado de un Dios que todo lo circunda.” Maimónides

2.Shvarim – 3 sonidos medianos, cual lamentos
Es, para los cabalistas, el grito del corazón humano que gime cuando anhela acercarse a Dios, conectarse y crecer.
Cada persona tiene capacidad para cambiar, modificarse, y llegar a ser pleno y realizado. Esto puede lograrse con verdadera oración, rezada desde el fondo del corazón, pidiéndole a Dios la capacidad de llegar a ser servidor, amoroso, pacífico, conciliador… sin anclarse en el pasado, en los errores que nos impiden seguir adelante con libertad.
Cuando suena el shofar, imploremos a Dios desde la profundidad de nuestra alma, recordando que estamos frente al Todopoderoso, sin trabas, y ¡¡¡podemos soltarnos!!!

3.Teruá – 9 sonidos cortos
En Rosh Hashaná necesitamos despertar, ser honestos y objetivos respecto de nuestras vidas, y preguntarnos: quiénes somos, dónde estuvimos, donde estamos, hacia dónde nos dirigimos... Teruá con sus sonidos cortos nos despierta del sueño vivencial, como una alarma y nos direcciona hacia lo alto y hacia lo profundo: hacia lo espiritual.
El Talmud dice: "Cuando hay juicio de abajo, no hay necesidad de juicio de Arriba".
Si reflexionamos con honestidad y serenidad sobre nuestros errores en el pasado, con la disposición a cambiar la actitud en el futuro… Dios no necesita "despertarnos".
Es el tiempo teshuvá (retorno) que no es solo arrepentimiento, como se suele traducir,  sino regresar, lashuv, volver al buen camino del cual nos desviamos por inconsciencia, por ignorancia, por error…
Perdemos contacto con la Gracia y nos alejamos al desconectarnos de nuestros anhelos profundos, de la esencia. La solución es invertir tiempo diariamente y preguntarnos a solas: ¿Estoy en el camino? ¿Agradezco la vida que Dios me regaló? ¿Estoy enfocado? ¿Soy solidario? ¿Estoy en busca de objetivos que harán buena diferencia en mi vida y en el mundo? ¿Cumplo con lo que digo? ¿Soy una persona afectuosa? ¿Obro como herramienta de Dios?...

 Realizó: Adriana R. Guevara para ESCUELA DE AMOR  
 *
*El Majzor es un conjunto de libros litúrgicos judíos, que contiene las oraciones de las altas fiestas en esta religión (Yamim Noraim, Rosh Hashanah, Yom Kippur, Pésaj, Shavuot y Sucot). Las versiones de Majzorim tanto azkenazis como sefaradíes son básicamente semejantes. En el Majzor no se incluyen los rezos diarios y de shabat, que se encuentran en el Sidur.

Las Altas Fiestas Judías


ROSH HASHANÁ
Es la Fiesta del Nuevo Año Judío que tiene lugar el primero y segundo días del mes de Tishrei. Es el aniversario del primer día de la existencia del ser humano en el mundo, o sea, del sexto día de la Creación, y se considera el primer día del año lunar. Es el cumpleaños del mundo.
Se escucha el sonido del cuerno – Shofar- (Num. 29:1). Maimónides dice que el sonido del Shofar declara: “Despiértense dormidos de su siesta, y reflexionen sobre sus acciones, mejoren sus caminos y recuerden a su Creador...”.
Es también Yom Hadin: Día del Juicio. La tradición talmúdica enseña que, desde Rosh HaShaná hasta Yom Kipur, el destino de cada ser humano está determinado por el Juez Supremo. Es Día del Juicio y Día del Recuerdo y los sabios explican que tres libros se abren en Rosh HaShaná, algunos seres humanos merecen entrar al “Libro de la Vida”, otros entran al “Libro de la Muerte” y los demás tienen la oportunidad hasta Yom Kipur de arrepentirse y por eso entran al “Libro de los Intermedios”.
Todo esto es solamente escrito, pero no sellado.
En Yom Kipur se definen los Intermedios según sus acciones desde Rosh HaShaná. También en Yom Kipur se completa el Juicio de cada persona para el próximo año, y es sellado en el Libro correspondiente.
Es tiempo para reflexionar y mejorar antes de la determinación final de la Justicia Divina.
Rosh Hashaná (Cabeza del Año), junto con Yom Kipur (Día del Perdón), forman una unidad llamada Iamim Noraim (Días austeros – o días temibles-), tiempo de arrepentimiento, introspección y balance de las acciones realizadas, en consonancia con el recitado de plegarias y con una sensibilidad especial.
El 1º de Tishrei es cabeza del año porque, como la cabeza dirige al cuerpo, en este día se “predestinan” todos los hechos que ocurrirán durante el año.
En el mes anterior, Elul, Dios se acerca a Su creación para que mejore antes del Día del Juicio, mediante el arrepentimiento y los Selijot (rezos con súplicas escritos por grandes poetas y sabios hace cientos de años).
Rezando y elevándonos a un nivel más espiritual, contactándonos con Dios, aumenta la posibilidad de ser juzgados e inscriptos en el Libro de la Vida.
En realidad, somos nosotros los que cambiamos después del contacto con el Eterno.
Se come Jalá (pan trenzado), manzanas con miel, leicaj (torta de miel) y otras comidas especiales, porque los sabios dicen que la señal es significante, así comienza el año con dulzura y bendición.
En el primer día de Rosh Hashaná (o el segundo día, cuando cae el primer día en Shabat) la costumbre es ir al lado de un mar, río, lago o a un pozo de agua y recitar una plegaria especial (Tashlij) para recordar lo que dijo el profeta Miqueas en nombre de Dios: “Regresará y nos tendrá misericordia, esconderá nuestras maldades, y echará en lo profundo del mar todos los pecados”. (Miqueas 7:19). El recitado de este versículo y la plegaria frente el agua, opera como signo para iniciar el nuevo año limpios y purificados. Se vacían los bolsillos en el agua simbolizando la vacuidad del ser que se ha preparado para recibir al Ser. Es un día festivo, de renovación.
Tocar el shofar simboliza la aceptación de Dios como Rey y Creador. Rosh Hashaná es llamado “Kese” (oculto), porque la luna está oculta, y se diferencia de las otras fiestas del año que se celebran en medio del mes, con luna llena. El ser humano, simbólicamente, se oculta o se reduce ante la Justicia de Dios en el mundo.

YOM KIPPUR
Es el día de la expiación o perdón, del arrepentimiento y  la  reconciliación, considerado el día más santo y solemne del año. Comienza en el anochecer del noveno día del mes de Tishrei, y continúa hasta el anochecer del otro día. La comida, la bebida, el acicalamiento, el calzado de cuero y las relaciones sexuales están prohibidos. La oración comienza con el “Kol Nidrei” (arameo: todos los votos, todas las promesas) recitado antes de la puesta del sol, que concierne a los votos incumplidos hechos entre una persona y Dios, y no anula votos hechos entre personas.
Al contrario de la creencia popular, Yom Kippur no debiera ser un día triste, sino uno de reflexión y reencuentro con ÉL.


SUCOT
Es una festividad llamada también Jag HaSucot, la fiesta de las cabañas (en el Libro de Levítico 23:34), o Jag HaAsif (en el Libro de Éxodo 23:16), o simplemente HaJag, la fiesta, (en el 1er Libro de Reyes 8:2). Con la liturgia de los tiempos rabínicos también fue Zman Simjateinu (el tiempo de nuestra alegría). En el Libro de Levítico (23:34) Dios ordena: “Vivirás en las cabañas durante siete días… que tus generaciones conozcan que hice a los Hijos de Israel vivir en cabañas, cuando les saqué de la tierra de Egipto”.


Los símbolos prescritos en la Torá, aparte de la propia Sucá (cabaña), son los Arbaat Haminim, las "Cuatro Especies". "Y tomarán el primer día -de Sucot- gajos con fruto de árbol hermoso, ramos de palmas, y ramas de árboles espesos, y sauces de los arroyos; y se regocijarán delante de Adonai, vuestro Dios por siete días." (Levítico –Vaikrá- 23:40)
Los jajamim –sabios- dedujeron de este texto que la Torá se refería a: (Masejet Sucá 29:b, 32:a, 32:b, 33:b, 35:a) "fruto de árbol hermoso" = Etrog (cidro, que es un fruto cítrico); "ramos de palma" = Lulav (una hoja de palmera cerrada); "ramas de árboles espesos" = Hadás (tres ramas de mirto); -hadasím en plural- "sauces de arroyo" = Aravá (dos ramas de sauce “llorón”)-Aravot en plural-.
Durante todos los días de Sucot, excepto Shabat, en la mañana, las tres especies de ramas (que en conjunto se denominan también Lulav) se juntan en la mano derecha, mientras se sostiene el etrog en la izquierda con el pitam (pedúnculo) para abajo y se bendice "al netilat Lulav" –por asir el lulav-: Baruj ata Adonai, Eloheinu, Melej haolam, asher kideshanu bemitsvotav betsivanu al netilat lulav.
“Bendito eres, Adonai, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificas con tus preceptos y nos ordenas elevar el lulav”. Se recita la bendición de Shehejeyanu" (agradecimiento a Dios que nos mantuvo con vida).
Luego, se gira el etrog y se mueven las especies en seis direcciones (este, sur, oeste, norte, arriba, abajo) mientras se recita o canta Hodu LAdonai ki tov ki lolam jasdo “Dad gracias a Adonai, porque es un Dios bueno, y que su amor dure para siempre”, y se sujetan durante las procesiones alrededor de la bimah –plataforma, podio, púlpito- cada día durante la festividad. Éstas son conocidas como Hoshanot, porque mientras la marcha se hace, se recita una oración con el estribillo, Hoshana. Hoshanna es la contracción de la frase hebrea Hoshiah na, Sálvanos, Señor… del Salmo 118:25.

Cada una de las cuatro especies fue interpretada como partes del cuerpo humano, permaneciendo juntas para servir a Dios:
• el sauce es la boca, que dice la oración;
• el etrog el corazón, base de la sabiduría y el entendimiento;
• el lulav la columna vertebral, símbolo del carácter recto; y
• el mirto los ojos, herramientas de aprendizaje e iluminación.

Según un famoso midrash –comentario exegético a la Torá- (Vaikrá Rabá 30:11), las Cuatro Especies representan a cuatro tipos de personas:
• el etrog tiene sabor y fragancia, como aquellos que poseen conocimiento de la Torá y realizan buenos actos;
• la palmera datilera tiene sabor pero no fragancia, como los que poseen conocimiento de la Torá pero no realizan buenas acciones;
• el mirto tiene fragancia pero no sabor, como los que realizan buenas acciones pero no estudian la Torá;
• el sauce no tiene ni sabor ni fragancia, como los que no conocen la Torá ni realizan buenas acciones.

Por eso el Todopoderoso dijo: "Que se unan todos con un solo lazo de hermandad, y que uno procure indulgencia para el otro". Así estas cuatro especies son "atadas juntas en una hermandad", uniéndose para formar parte inseparable del pueblo de Dios.
Si los distintos tipos de personas se respetan mutuamente, y se complementan se produce el progreso cualitativo del grupo y de cada uno de sus miembros.
• La aravá deja su insipidez y su falta de aroma grato, pues se contagia de los demás.
• El hadás aprende algo, descansa del actuar para llenar de significados las acciones.
• El lulav desciende un poco de su torre de marfil, abre los ojos a lo que está ahí pero no veía.
• Y el etrog deja de crecer en soledad para formar parte de un conjunto, para hacerse junto a los otros, y mezclarse para procurar la elevación del resto.

Sucot marca el tiempo de juicio por las lluvias y el rocío y, como estas cuatro especies requieren mucha agua para crecer, al agitarlas en todas las direcciones, pedimos a Dios por el agua que se requiere en todas partes. También se reza por los vientos, pidiendo que estos sean únicamente para bendición.
En el séptimo día de Sucot, Hoshaná Rabbá, se realizan siete giros.
En SUCOT se lee en los templos el libro Kohelet, Eclesiastés, atribuido al Rey Salomón, famoso por su sabiduría. Este es un libro de reflexiones profundas sobre la vida, la muerte y otros temas filosóficos. ("No hay nada nuevo bajo el sol", "Todos los ríos fluyen al mar...")
La sucá, frágil vivienda temporaria, nos lleva a reflexionar sobre la precariedad del ser humano, del cuerpo físico, y nos muestra iguales ya que tanto el poderoso como el pobre, deben (debieran) trasladarse a una frágil cabaña.
La fiesta de Sucot llega a su culminación en el noveno día, llamado Simjat Torá (alegría de la Torá). Alegría, no por un acontecimiento histórico pasado, sino por un hecho estrictamente presente: en este día se concluye la lectura de la Torá en la sinagoga.
En esta fiesta se leen los últimos capítulos del Pentateuco –Torá- y, de inmediato, se leen los primeros capítulos del mismo, para demostrar simbólicamente que esta lectura no tiene fin. Si en Shavuot se conmemora el momento de la entrega de la Ley Divina, en Simjat Torá el regocijo deriva de la recepción de la misma Ley… ¡HOY!
Realizó: Adriana R. Guevara para ESCUELA DE AMOR