La Hermanita Norma, del Carmelo Santa Maria de Lujan, nos ha convidado dos de sus poemas y nosotros los compartimos con los lectores del sitio.
Las letras se nutren con su sentir contemplativo y reflejan el producto de la oración y el amor de su cálido corazón en proceso de intensa purificación... y, como diría San Agustín: ninguna otra cosa sino el bien puede salir de tal lugar.
Las letras se nutren con su sentir contemplativo y reflejan el producto de la oración y el amor de su cálido corazón en proceso de intensa purificación... y, como diría San Agustín: ninguna otra cosa sino el bien puede salir de tal lugar.
"Antes que el sueño de la mediocridad
y el fulgor chispeante de otras luces adormezcan mi corazón,
¡mantenlo Señor despierto!
para ser remanso en las tristezas y en el agobio de mis hermanos,
calor sincero en los que sufren el frío del desprecio,
y cobijo de ternura para aquellos
que nunca conocieron la palabra dignidad "
Hermana Norma
Nosotros, el sur
Te busqué en el mendigo de mirar lento y cansino,
silencioso anhelaba.
“¿Cuál es el camino...? “
Te busqué en el Sol… Besó mi frente,
deshojó su ternura, alivió el peso de mis días
“Ilumina mis tinieblas”.
Te busqué en la cascada, delicadamente impetuosa;
zambullí mi cuerpo y mis ideas en su frescura cristalina
“Dame de beber...”
Me encontré en la montaña, agresivamente imbatible,
y descansé, dejando pasar el vendaval.
Sentí tus pasos de visitante, dulce brisa vespertina,
y al cerrarse mis párpados en la profundidad del sueño
envuelto en llanto agradecido.
desde el hueco de la roca....¡Te contemplé!
-“Aquí estoy: Yo, tu Señor, tu Dios
buscando descanso, dentro de tu inquieto corazón“
Hermana Norma
Nosotros, el sur
y el fulgor chispeante de otras luces adormezcan mi corazón,
¡mantenlo Señor despierto!
para ser remanso en las tristezas y en el agobio de mis hermanos,
calor sincero en los que sufren el frío del desprecio,
y cobijo de ternura para aquellos
que nunca conocieron la palabra dignidad "
Hermana Norma
Nosotros, el sur
Te busqué en el mendigo de mirar lento y cansino,
silencioso anhelaba.
“¿Cuál es el camino...? “
Te busqué en el Sol… Besó mi frente,
deshojó su ternura, alivió el peso de mis días
“Ilumina mis tinieblas”.
Te busqué en la cascada, delicadamente impetuosa;
zambullí mi cuerpo y mis ideas en su frescura cristalina
“Dame de beber...”
Me encontré en la montaña, agresivamente imbatible,
y descansé, dejando pasar el vendaval.
Sentí tus pasos de visitante, dulce brisa vespertina,
y al cerrarse mis párpados en la profundidad del sueño
envuelto en llanto agradecido.
desde el hueco de la roca....¡Te contemplé!
-“Aquí estoy: Yo, tu Señor, tu Dios
buscando descanso, dentro de tu inquieto corazón“
Hermana Norma
Nosotros, el sur
1 comentario:
Gracias Hermana Norma, es muy bello lo que usted comparte, Dios la bendiga, Cristina Mattar
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