Ana María Gallart, Religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, nos regala los latidos de su corazón en poemas que describe como “desahogos que le permiten vivir y gozos que alegran su vida”.
Con 82 años de "juventud acumulada" nos regala su alegre contacto con Dios en la certeza de Su Amor.
¡Gracias Hermanita!
LA SOMBRA
Caminaba,
y su sombra corría detrás.
Sólo eran plenamente uno
a las doce del día,
bajo el rayo directo de luz,
o en la noche negra
en que no hay sombra,
porque todo son sombras.
Tuve un llamado
a ser sombra,
a seguir Sus pasos,
a no tener ni luz,
ni pasos propios.
Y toda la vida
se hizo luz,
deslumbrante,
sencilla,
en forma de Cruz.
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