jueves, 14 de marzo de 2013


 
Argentina, y toda Latinoamérica ha recibido una gran bendición de Dios: la elección del Padre Arzobispo Jorge Mario Bergoglio para manejar el timón de la barca de Pedro.
Nuestra Iglesia (que somos todos los feligreses) se enriquecerá con el espíritu magnánimo, humilde y cercano de este pastor excepcional, que optó por llamarse Francisco, como aquél humilde y desapegado santo de Asís.
El Espíritu Santo se ha expresado... y ha elegido a un hombre oblativo y tierno, que supo caminar nuestras calles con una sonrisa en sus labios y su mano presta al hombro del necesitado de consuelo y paz.
Siento que se ha elegido al mejor… para gloria del Señor.
 
"Y ahora, comenzamos nuestro camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de hermandad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Rezamos por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. Auguro que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan bella. Y ahora quisiera darles la bendición, pero primero, os pido un favor: antes de que el Obispo bendiga al pueblo, les pido que recen al Señor para que me bendiga. La oración del pueblo que pide la bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes por mí".
S.S. Francisco I 13/03/2013
 
 
Adriana