lunes, 30 de enero de 2012

No le digan a mi madre

No le digan a mi madre…
por Hernán Pérez Etchepare

No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que se ha ido
a los campos desiertos
a contarle cuentos
a los niños ciegos.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que se ha ido
por caminos sin tiempos
a sembrar estrellas
montado en el viento.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que siempre
vivirá en el recuerdo
y le hablaré diciendo
que el amor es eterno.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que ha volado
a un país muy lejos
donde ya no sufre
ningún tormento.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
ni le digan al oído
de todo mi aprecio
no quiero que cargue
ningún sufrimiento.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que ha viajado
al país de los sueños
a prepararle un lugar
esperando el reencuentro.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
díganle que la vida
no termina en el tiempo
y siempre hay una salida
más allá de los velos.
No le digan a mi madre
que su hijo ha muerto
es el dolor más grande
que hay en este suelo
y no quiero causarle
tanto desconsuelo
ni quiero que viva
apegada al recuerdo
solo quiero que sienta
que la amo en el cielo,
por eso…
no le digan a mi madre
que su hijo ha muerto.


(Poema escrito por el Padre Hernán,
tomado de la página de Sobicain – San Pablo)


sábado, 28 de enero de 2012

Padre Hernán

Padre Hernán

+ 27-01-2012

Querido Padre... te extrañaremos

¡Qué el Señor acaricie tu almita buena!



Retorno al Padre

por HERNAN PEREZ ETCHEPARE
Sacerdote de la Sociedad de San Pablo.


Pues tanto a mi Amado quiero,que muero porque no muero.

Santa Teresa de Ávila

Pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.
Santa Teresa de Ávila
Para llegar a tu reino
que todo lo sustenta
cuánto pena mi alma
por estar en tu presencia,
mi Dios, mi luz, mi todo
que tremenda
es esta existencia
de ser y no ser
de vivir en una espera
de sentirte presente
tan sutil como una estrella
y este encuentro que reclama
consumirse en una esfera
pero sólo se vislumbra
en pequeñas entregas,
solo eso tenemos
para seguir en la senda,
limitadas visiones
de tu amor amante
que hecho efusiones
nos acaricia
por dentro y por fuera
y no en una realidad
que palpite plena.
Cuando termines
de conquistarme
derribarás mi fortaleza
estaré a merced
de tus caprichos
y sacarás la corona
que puse en mi cabeza
hundirás todos mis barcos,
quemarás sin piedad mi bandera,
quebrarás uno a uno mis huesos
y yo extenderé mis brazos
como si nada fuera
acariciando el puñal
con que me matas
abrazando el mal
con que me hieras,
estrujarás mi carne
en tu altar de piedra
y se consumirá mi sangre
en tu llama eterna
y como en el pasado
con tu cruz a cuesta
morirá el amado
para que el amor no muera
y ofreceré mi calvario
como una puerta abierta
y al fin liberado,
llegaré a tu tierra.
Señor qué ha sido
de mi vida entera
si solo el amor
ha sido mi meta
por qué el dolor
de esta larga espera
y una voz que me llama
desde mi conciencia
me dice que abrace
toda mi experiencia
y entregue en tus brazos
toda mi impaciencia
porque has preparado
una casa nueva
para la visita
de cuando te vea.